Intimidades de una cualquiera

viernes, 2 de octubre de 2015

La coleccionista de boludos

-“Tenés que ser más directa” Me aconsejó mi buen amigo “Tenés que decirle, de frente manteca, que te gusta” Lo miré con cara de “me estas apretando el ovario con un rompenueces” y con una lágrima naciendo en el lagrimal le contesté:

“A ver, pancho… Le dedico dos post, miradas cargadas de rimmel, sonrisas tímidas, y mucho cachete colorado.
 El tipo se hizo cargo, pero no. Después el tremendo boludo. OPTÓ por hacerse el boludo, ¿entendés? Cuan directa más que querés que sea? Soy obvia, más OBVIA  que esto, es una vergüenza nacional, más de la que pasa la presidenta en cada cadena nacional (mucho decir). Más directa que esto, equivale, a dejar mi dignidad en un tacho de basura, ir a la puerta de su edificio y prenderme fuego al estilo islam, y ¿sabés qué? Lo chamuscada, no me sienta bien”

Una vez me dijeron: “Te vas a dar cuenta como es el tipo, una vez que él se entere que andás detrás de él” Bueno, yo no sé si el que me gusta(ba) es ciego, pelotudo, quedo ganso por un golpe en la cabeza, o es tan forro que me está diciendo que no gusta de mí a través de las acciones más pelotudas del planeta, de esas que te hacen mirarlo torcido, y preguntarte, con ganas de pegarte un tiro en la pera, como ese ser, que tenés delante, te pudo haber parecido alguna vez interesante.

Acaso, una chica no tiene derecho a soñar un poco? Tenías que venir con tu aguja de boludo a pincharme el globo? Que te hice? Contame… QUE TE HICE? Mi único pecado, fue gustar de vos, y me venís a pagar con toneladas de pelotudismo? Prefiero pisar, descalza, una y mil veces, soretes de perro diarreicos. Así te lo digo.

Me frustro, porque espero signos de inteligencia. Si encuentran agua en marte… ¿Cuán difícil puede ser encontrar inteligencia, sentido común,  y cancherismo en el cerebro de un humano? Es más probable, que entienda de matemática cuántica, antes que esto suceda.

Voy a cumplir un año de soltera: Un año de sueños cumplidos, de alegrías, de tranquilidad infinita, de mejoramiento personal y espiritual, y un año de cosechar boludos, que florecen como pelotudos.

Juro que si mi celular no fuera tan caro, y no fuera mi herramienta de trabajo, ya lo hubiera estrolado más de una vez contra la pared por los mensajes que tengo que leer de estos símiles hombres. Digo, símiles, porque a veces la palabra hombre, les queda demasiado grande a algunos.

Bueno, al parecer, otro más que pasa a mi gran libro “el boludo del año”… Creo que si pusiera a competir a todos, perderían por boludos.
Yo solo quería gustar de alguien. Yo solo, quería coger (empecemos por algo), chaparte un poco, y ver qué onda… Pero, al parecer… Acá el que no corre… Es tortuga.

Boluda, claro está.

Ah, por si no te diste cuenta… Estoy indignada.


Beso en el cuello.

Gracias por pasar! Te espero nuevamente.