Dicen que si lo convocas, aparece. No. No hablo ni de Dios o
el Diablo, aunque creo que, sin ofender a los católicos, está mucho mas cerca
de Dios.
Después de mi eterno lamento boliviano por no coger, voy
anunciar que he roto la racha, y lo más loco que fue? A hs de haber colgado el
post anterior. No se preocupen, la persona no sabe de este blog ni sabrá, así
que realmente fue cosa del destino.
Estaba en un bar con amigas, cuando me llega un mensajito de
un morochon DI-VI-NO, que está más bueno que comer pollito con la mano, invitándome
a que nos veamos. Por la hora, y el “tono” del mensaje, hasta la mina más
boluda sabe para que la están contactando. Lejos de ponerme mal, no puedo explicar
la alegría que entró en mí ser: Al fin, de una vez por todas, iba a coger. Con
un hermosor de tipo, all night long.
No estaba para hacerme la difícil, ni mucho menos. La
necesidad ganaba a todo. Luego de un rato de intercambiar mensajes, me despedí
de mis amigas, y fui al encuentro.
Llegué, nos saludamos, charlamos 3 palabras, y en un
momento, parados en su living, dijo: “Tengo calor” y se sacó la camisa. Sí. Muy
Osvaldo Laport el momento, ¿pero me importó? Ni ahí. Le dije: “Si. Mucho calor”,
y lo terminé de desvestir. ¿Muy porno soft vieron? Esta veta se la debo a I
Sat, con su programación de medianoche.
Nos trenzamos en dos minutos. Cuando me quise dar cuenta, estábamos
completamente desnudos. Hicimos “el amor” por cada rincón de su casa. Imposible
el chico. Era una máquina. Living, dormitorio, baño, balcón, de nuevo living,
el sillón, y cuando quise caer en la cuenta, estaba amaneciendo.
Así, entre pitos y tetas, volví al ruedo. De la mejor
manera, y con un hermosor de hombre.
Luego de hs de estar dale que va, caímos rendidos en su
cama. Nos dormimos profundamente, abrazados (por más que sea por interés, no
quiere decir que no haya que ser cariñosos). Me desperté a las hs, me cambié,
me despedí y me fui contenta y feliz hacia mi casa.
Es verdad cuando dicen se dará cuando deba darse, y
realmente, teniendo en cuenta el bomboncito que me comí, valió la pena la
espera. Difícilmente vuelva a verlo, ya que vive en el extranjero y estaba de
visita (que onda yo con el afuera?) pero ni ahí que importa. Me llevo el mejor
recuerdo de él: Horas y horas de sexo candente, salvaje, y recreativo… ponele.
Listo. Soy feliz de nuevo.
Cocki