Como ya
saben, vivimos en un mundo de redes sociales: Tinder, hppn, twitter, facebook,
y no se cuantas debajo de la alfombra existirán. Creo que hoy en día, conozco
mas gente a través de redes sociales, mas de lo que conozco personalmente, y
esto, mis queridos, no es una buena manera de entablar relaciones. No, no.
Si es
cómoda. Negame esto, y me levanto para no volver. Vas midiendo tiempos,
conociendo, porque se puede conocer mucho a través de las cosas que postea. Yo,
tuve la mala leche de conocer un psicópata en desarrollo, que me terminó dando
mas lástima que bronca, porque así de pelotudas podemos ser las mujeres.
Ok. Esta
persona realmente es un animalito digno de estudio y les voy a tratar de contar
de manera resumida (mentira) y objetiva (mas mentira) que fue lo que pasó: Nos
conocimos vía twitter: me contactó él, haciéndome una pregunta muy pelotuda
sobre algo sobre comida. Soy una fanática de la comida, y mina re copada, así
que se la contesté. Luego, con una retórica similar a la de profesor de
universidad harvard, con un tono (que se lo di yo, claro) mas aburrido que
agarrarse los dedos con la puerta, me hinché las pelotas de tanto mensajito
privado, y pintaba que estaba bueno, así que que hice? Le dí mi cel, porque que
quería? Claro, chicas y chicos, yo quería coger. Ni mas ni menos. Como mis
tiempos apremian, y mi paciencia es casi nula, agité el avispero y él, ni lento
ni perezoso, agarró viaje.
Empezamos a
charlar vía whatsapp y hubo un par de cosas que enseguida me hicieron sonar las
alarmas, las cuales, como buena testaruda que soy, ignoré y seguí hablando, con
la esperanza de que el tipo, detrás de toda esa sarta de pelotudeces que decía
estuviese re bueno (si, ya había visto fotos, y pintaba de re chupete) y me lo
pudiese coger.
(Perdón por
la falta de romanticismo en el relato. Prometo que en el medio les mecho algo,
para que no se sientan tan defraudados. Este tiempo que estuve fuera, me puse
peor. Aclaro, por las dudas.)
Quedamos en
salir, y acá es donde todo se va a la re mierda, re mierda que mantuve por un
mes mas o menos, porque antes muerte que quitter. Ok, agarrense las enaguas,
porque acá entramos en lo que se conoce como la dimensión desconocida:
Como dije,
quedamos en salir. La idea era salir un sábado. EL MISMO SABADO, me manda un
mensaje, diciendo que su madre se enfermó y como su padre estaba de viaje, el
la tenía que cuidar.
“Bueno, la
gente se enferma” pensé, “Que buen hijo, que la cuida” pensé. Que pelotuda fui,
pienso hoy. Pero bueno, le acepté lo que dijo, y seguimos charlando. Siempre
por whatsapp, e insistía en llamarme varias veces al día.
Alarma?
Miles. Le di pelota alguna? A ninguna, claro.
En la
semana, por temas laborales, yo no podía encontrarme. Entonces quedamos para el
fin de semana. El día llegó e ibamos a salir. Ese mismo día, el tipo DE SA PA
RE CIÓ. Teléfono apagado, no contestaba mensajes, nada. Muerto virtual. Prendan
la vela, y encomendémoslo a los santos. El odio visceral que me agarró, para
que explicarte. Me salieron fácil 3 úlceras sangrantes y llenas de odio. Le
mandé un mensaje puteando hasta la familia que no le conocí jamás. Pus en cada
palabra. Así de odio sentía.
Apareció al
otro día, con un montón de lástima en cada palabra: Su mamá había muerto.
MAMÁ
MUERTA. Estamos entendiendo? Ok. No solo me dijo que su mamá murió, sino que
también me mandó por foto de whats un certificado de defunción. (ahora que lo
pienso... de donde lo habrá sacado, ¿no?) y a partir de ahora, los voy a
sumergir en la marginalidad de una mente completamente desquiciada y llena de
mentiras, que casi casi, parece sacada de horror show.
Mi
desconfianza estaba a flor de piel. Lo insulté de arriba abajo, de derecha a
izquierda, por el culo y por donde todos los lugares posibles. El tipo, siempre
se las arreglaba por meter una excusa fantástica difícilmente rebatible,
(porque en el plano real, podía pasar), pero lo mas fantástico de todo esto era
que: El tipo no daba apellido, no daba la cara (las fotos que posteaba siempre
eran viejas, y carecían de coherencia). No apellido, no lugar de pertenencia,
nada de nada. Solo hablaba de cosas muy básicas, y se notaba que su mundo no
era mas que un par de tweets y demás.
Demás está
decir, que su enfermedad me enamoró por completo: porque a enfermo, enfermo y
medio. Aparte, la verdad de la milanesa, es que me llenaba el día: Que quiero
decir con esto? El tipo, al no estar presente, no interfería con mi día a día,
me mantenía entretenida, y mi compromiso era, solo responder el mensaje, o
atender el llamado. Pero que pasó? Mis ganas de coger, pasaron, y ahí todo el
romanticismo se iba a la mierda. Claro, que como buena samaritana que soy, le
seguía el cuento mientras yo salía con otras personas, hasta que el tipito
redobló la apuesta. Empezó a hablar de una vida juntos, y bla. Empezó a tirar
“TE AMO” (no me había visto, en su vida!) y así, miles de cosas.
Aprovechando
que tengo amigos hasta debajo de las piedras, y que por suerte, me deben
algunos favores, le pasé su número de tel a un amigo, quién me averiguó todo
sobre él, y que decirles: Mas turbio todavía. El decía tener 42, cuando en
realidad, tenía 25. Vivía por palermo, y bueno, así supe muchas cosas mas.
Cuando lo encaré con todos los datos, esta cosa de película se volvió mas
bizarra todavía, y el tipo se puso muy nervioso, muy mal, se le notaba en la
voz, empezó amenazarme, a decirme bocha de barbaridades, y hacerse el muy
ofendido. Todo muy raro, muy bizarro, muy enfermo.
A medida
que mi amigo me pasaba info, me daba cuenta que el tipito era medio inexperto
en esto de mentir, ya que muchas cosas que dijo eran verdad, pero con un twist,
como para desconcertar. Ahora, ya se que todo esto te suena como ¿WTF?! Y la
pregunta del millón es: Cocki, como le seguiste el juego?
Dejame que
te conteste esto, antes de que me claves la L de LOCA: todas, absolutamente todas,
no importa que coraza tengamos, queremos algo: Que nos quieran, y que sea re
lindo, símil de película de ser posible, y nos ilusionamos y bla. Toda esa
coraza, esa cosa de superada que llevamos, es tan solo una armadura para que no
nos hagan mal. Yo creí en este pibe, o al menos, la parte romántica, bastante
boluda, que habita en mi, así lo hizo. La desconfiada, la mas lógica, hubiese
cagado a palos a la romántica, pero bastante difícil el tema este de los
alternos de personalidad y sus actitudes violentas.
Bueno, para
ir cerrando esta cosa tan bizarra (de lo cual, no conté todo, porque se hubiese
hecho larguisimooooooo) me metí en su cuenta, para chusmear, y ¿adivinen qué?
Resucitó a la mamá. Oh si, la madre volvió a la vida, para hacer caer a una
nueva chica. Que buen pibe; en el día de la madre, volvió a su mamá a la vida. ¿Que
mejor regalo que ese?
Piénselo:
mientras el le dio la vida como regalo a su mamá, ustedes tal vez, recibieron
una licuadora. Ojo.
¿Que pensaría
de la madre de este pibito, si supiera las mentiras, y toda la enfermedad que
tiene su hijo a cuestas?
Ahora, como
dijo George Constanza: No es mentira, si crees en ella.
Tal vez está
deforme. O es obeso mórbido. O es paralitico. O tal vez, solo tal vez, su
vida es demasiado miserable y necesita mentir para disfrazar su mediocridad existencial.
Ahora, eso
sí, que mal que quedé yo en toda esta historia. Aunque debo reconocer algo: Yo,
lo único que quería era coger, pero también tengo sentimientos.
Siempre se puede caer mas bajo... Yo ya estoy arañando el núcleo del planeta tierra. Puta madre.
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