Supongamos que vengo
un día, te ofrezco algo muy lindo, que te va a ser muy feliz, pero no te
garantizo por cuanto tiempo, y al mismo tiempo te digo: “Cabe la posibilidad,
de que esto, que ahora es muy lindo, te haga sufrir”. Seguramente, vos me vas a
preguntar; en cuanto tiempo esto podría pasar, a lo que yo voy a responder: “No
lo sé”.
Esto que te traigo, tan
lindo, pero con una cierta amenaza atada en el paquete, te va a traer
felicidad, te va a hacer sentir bien, y se va a sentir como una rica droga: Te
va a elevar, te va hacer sentir bien, y te va “enganchar”: es decir, que vas a
querer cada día un poquito mas para sentirte bien.
Lo aceptarías? Es
bastante difícil asumir la responsabilidad, pero también pienso: ¿Qué garantías
hay de que suceda lo uno o lo otro? ¿De qué depende? ¿Qué es lo mas inteligente
de hacer?
Depende de la persona.
De los sentimientos. De las ganas. De la vida misma. Estuve en una relación por
5 fucking años. Enamoradísimos (supuse), con planes a futuro (supuse), y me
veía con él por los siglos de los siglos, amén. ¿Cómo él me iba a hacer sufrir?
¿De qué hablan? Sin embargo, esa persona que estuvo a mi lado durante 5 años,
que me prometió el oro y el moro, me decepcionó terriblemente, y puedo
asegurar, bien segura, que sufrí como una hija de puta... Nunca, en mis 30 y
picos de años, sufrí tanto como aquella vez.
Así que realmente,
todo aquello que comienza “bien”, “normal”, ¿es garantía de felicidad?
Tenía todas las buenas
probabilidades a favor. ¿Qué podía salir mal? TODO puede salir mal. ¿Entonces,
que alguien me diga por qué debería renunciar cuando una situación no se ajusta
a lo que se considera “normal” (que palabra tan subjetiva)?
A la hora de exponer
una idea, me gusta poner los hechos sobre la mesa: Ya hablamos de la persona
con la que estoy ahora, y su situación (ya hice una mea culpa sobre esto, así
que pueden ir a unos escritos más atrás para saber de qué hablo); bueno, él
volvió de su viaje. Mientras estaba fuera, hablamos varias veces, y les juro,
que cuando no hablaba con él, físicamente, y sin exagerar, sentía una especie
de puntada sostenida en el pecho. Literalmente, me dolía su ausencia. Él no es
muy demostrativo, sobre todo por mensaje (personalmente, nada que ver), pero
realmente podía sentir su cariño, a lo lejos. El día anterior de volver a
verlo, también, literalmente, no pude dormir: moría de ansiedad por abrazarlo.
Cuando por fin lo hice, esa puntada se desvaneció. No podíamos parar de
besarnos, tocarnos, abrazarnos, mirarnos
profunda y cursimente a los ojos. Siento que el siente cosas por mí, así como
también sé que su silencio habla mas de lo que el quisiera... Pero quien tomar
en serio esto, lo de la loca enganchada, lo de la adicta, ¿no?
Al fin pudimos estar
solos; es otra cosa nuestro mundo: hay risas, hay (MUCHOS) besos, caricias,
sexo, y también, charlas. Cuando estoy con él, me cuesta controlar mi
verborragia, mis ganas de decirle todo lo que me pasa: le digo lo que siento
(no todo), no tengo miedo, y en el fondo, debo reconocer que espero el milagro
donde me diga: “¿Sabes qué? Te elijo a vos.” Porque si, puedo tener todo muy
claro en la teoría, pero nunca dejo de soñar, aun cuando el ambiente se pone
hostil.
Su pesimismo (¿o
realismo?) viene a pincharme mi burbuja llena de amor. “No quiero que sufras”
(como si fuera solo él quien decidiera sobre ese tema) Acaso, ¿esto no puede
cambiar? Ni pensaba, allá cuando empezamos, que esto podía ser posible, tampoco
pensaba que el me podía gustar... Hablamos de que esto no podía transformarse
en algo serio, hablamos de muchas cosas, muchas prohibiciones, y acá nos ven:
Con un te extraño en la punta de la lengua, con ausencias que duelen, con
miradas que traspasan el alma, con besos eternos, y con el deseo de poder estar
juntos, tranquilos para poder disfrutarnos como realmente queremos. Si, los dos
queremos eso.
Se que su posibilidad
de perder “todo” es factor muy importante en toda esta ecuación. “No sé si
llegaste demasiado temprano, o demasiado tarde”. 5 años hace que estoy en su
vida, solo que ahora me involucré en un sentido romántico, entonces, la
pregunta para mí es: ¿Qué cambió ahora, que durante 5 años no le sucedía
conmigo”. Su hijo, es un factor más que
importante, y no crean que a mí eso no me hace ruido... Pero, ¿acaso la
felicidad no es esencial, acaso? Acá puede ser que esté siendo egoísta, en
pensar que yo puedo darle toda la felicidad... pero siento que lo que hay entre
nosotros, es más grande de lo que admitimos. También, reconozco que mi ansiedad
me domina muchas veces, al punto de convertirme en una kamikaze, aunque la
verdad es, que tan solo, yo quiero estar con él, experimentar todo esto que
tengo ganas, sin prohibiciones, sin correr, sin escondernos, siendo tan solo
nosotros.
Quiero eso.
No hay garantías.
Podés, como el, tener todo estructurado, todo muy familia Ingalls, y puede
venir, alguien como yo a romperte la estructura. Podes, creer que vas a ser muy
feliz, que ya tenes todo solucionado, armado, y viene alguien como mi ex, y te
rompe la estructura, o pensar que ya el tren del amor, la pasión, pasó para
vos, y viene alguien como él que te hace replantearte todo y te hace volver a
soñar.
Entonces, de nuevo a
la pregunta del principio: ¿Realmente, a ciencia cierta, alguien puede decir,
afirmarme, que esta historia termina con alguien sufriendo? ¿Acaso, en un mundo
de variables, no puede suceder que esto termine de otra manera? Es más
inteligente, correrte y dejar ir, lo que tal vez sea tu felicidad, por si las
dudas... ¿Tu felicidad ante tu posibilidad de sufrir, no vale nada?
Me estoy preguntando
esto desde que nos despedimos. Hace muy poquito que estamos, desde que
empezamos, lo nuestro sigue cambiando y al parecer la forma de relacionarnos
también, entonces, con que me quedo? Porque el al principio dijo muchas cosas,
que hoy ya se desvanecieron: Es serio lo nuestro, hay sentimientos, y ambos
queremos estar más tiempo juntos.
El no da paso. Que no
de el paso ahora, teniendo tantas cosas en juego, ¿es un determinante, para que
yo ni siquiera espere, deje mi felicidad de lado, y haga lo mas lógico? ¿Se
supone que el amor es lógico? ¿Que una historia de amor siempre tiene que fluir
fácil?
No sé si me estoy
engañando, o que decisión voy a tomar el día de mañana. Solo sé lo siguiente:
Quiero estar con él.
El tema es como: Si va
a existir un precio, si va a ser posible, y lo mas importante: Si el querrá lo
mismo.