He conocido gente rara. Como este chico, nadie. Un tipo fuera de lo común,la versión humana de Jhonny Bravo.
Nos conocimos en un bar. El se encontraba en la mesa vecina a la cual estaba yo. Mi amiga, Bea, se pone hablar con su amigo, así que a nosotros dos, no nos quedó otra que ponernos hablar. Sinceramente, en ese momento le di poca bolilla. Le daba poca bolilla al mundo en general, así que pobre chango, ese día estuvo hablando con una pared, por lo cual me sorprendió cuando me pidió mi facebook.
Me agregó, lo acepté, y ahí quedó todo. Se congeló, hasta hace unos meses, que de golpe porrazo, me encontré con un privado de él. Intercambiamos un par de mensajes, ahí si nos pasamos el celular, y seguimos la charla vía whatsapp. Va y viene, parecía normal, buen chico, es por eso que accedí en vernos al día siguiente para tomar algo.
Como es mi costumbre, elegí el lugar y lo hice cerca de mi casa. ¿Por qué hago esto? Porque en caso de no funcionar, no me quiero comer el garrón de tener que hacer un super viaje para volver a mi casa, suficiente tendría con que la cita hubiese salido mal.
Si, bueno, soy extremadamente cómoda, esa es la verdad. No me juzguen.
En fin, llegó el día. El iba directo de su trabajo, yo tenía que hacer un par de cosas, así que le propuse encontrarnos directamente allí. El llegó antes de lo previsto, y yo mas tarde de lo acordado (típico en mí).
Me saludó, emitió un "Ay, que hermosa estas", yo le sonreí, emití un tímido gracias, pasamos, nos sentamos, pedimos nuestras bebidas y nos dispusimos a charlar.
Era verano y hacía un calor tremendo. Estábamos sentados en un box, de repente noto que mi espacio personal se había reducido considerablemente. El muchacho, ni lento ni perezoso, se había arrimado, a tal punto de acorralarme. No contento con eso, cada vez que hablaba, me tocaba la pierna. Un atrevido. A medida que la noche avanzaba, esta situación empezaba a pelarme los cables. Siempre fui una mujer de pocas pulgas... esa noche no sería la excepción.
En un momento, cansada de lo que estaba pasando, lo miro y le digo: " ¿Podrías por favor, darme aire?" "Ay si, perdón, es que quería estar cerca" "No te preocupes, mas de acá no me voy a ir, no es necesario que me aplastes para que me quede."
Se río. No entiendo bien que le causó gracia, pero con el correr de la noche, descubrí que el srto respondía a mis agresiones con risas. O sea, le gustaba que lo maltraten y a mi empezó a gustar maltratarlo. Sras y Sres, estaba frente al típico masoquista. Las 50 sombras de grey, pero al revés, y en vez de látigos, lo flagelaba con palabras. Como dije, todo muy bizarro.
Otra cosa rara en el chico, es que cada vez que terminaba una frase, guiñaba el ojo. Al principio me pareció raro, pero no dije nada. Cuando vi que lo seguía haciendo, le pregunto extrañada: "¿Tenés un tic?" "No, ¿por?" "Porque te veo guiñar el ojo todo el tiempo." "Es en complicidad" "¿Complicidad? Al menos se que huyo porque me espanto. ¿Tenés un ataque de cancherismo?" Y se río de nuevo. El tipo era de risa fácil. Lo dejaron caer de chiquito al parecer.
La verdad que no estaba del nada cómoda. El tipo era avasallante, poco le importaba lo que yo tuviese para decir, porque se notaba de acá a la china que solo le interesaba meterme en sus sábanas esa noches... "Perdiste antes de empezar a jugar" pensé. Después de dos cervezas ya estaba medio borrachín, no sumaba ni que le regalaras puntos. Resultó mentiroso: me dijo que tenía 30 cuando en realidad tenía 27. El dijo: "La edad no importa. Yo salí con mujeres mas grandes que yo, y me llevaba bárbaro"
Yo: "Si no fuese importante no hubieses mentido. Y si te llevabas bien, me da que pensar que a las mujeres le habían practicado una lobotomía, o bien te hacían la gran Moria, y te usaban de sex toy".
Si, adivinaron... Se río de nuevo.
A ese punto de la noche, ya me quería volar los tímpanos, porque sinceramente no lo soportaba más. Miro mi reloj... Había pasado 1 hora y 15 min. Sentí que habían pasado siglos. Decido irme. Le meto cualquier excusa, y salgo disparada del bar. Para mi mala suerte, el sale detrás mio. Llegamos a la esquina, y dice: Bueno... yo me voy a tomar el colectivo para allá. Hablamos dale, te RE quiero volver a ver, ¿dale? Me encantas.(Guiño de ojo)
Tragué espuma, y ni le contesté, antes de volver a verlo, prefería agarrarme los dedos de la mano una y otra vez con la puerta de un falcon. Lo voy a saludar, y me roba un beso. Exploté.
Indignada como Lita de Lazari con el precio de los tomates, le dije: "Encima que te banqué toda la noche, que me tuve que comer tu soberbia y que sos un creído, que tenes menos tacto que un manco para tratar a una mujer, que EN-CI-MA, sos tan pero tan POCO caballero, que dejás que me vuelva sola a mi casa, ¿todavía pretendes que te bese? ¿Pero vos estas loco? ¿De que circo saliste?. Y por dios te pido: ni se te ocurra volver a llamarme, ¿Entendiste?!"
Le guiñé el ojo, pegué media vuelta y me fui echando fuego por la calle. Él me empezó a seguir, yo diciéndole que se fuera, que se callara la boca, que no lo quería escuchar, que por favor se fuera porque me molestaba. El seguía caminando atrás mio. Pesado como yunque acme. Balbuceando excusas estúpidas como por ejemplo: "te estaba haciendo una broma, claro que te iba acompañar, ¡Cocki! ¡Para!" Yo que caminaba cada vez mas rápido para que no me alcanzara. Así, entre echada, mandada a freír churros y persecución, llegamos a la puerta de mi casa. Parecía una película de Woody Allen. Juro. Riéndose (ya a esta altura, le hubiese volado los dientes con una bazooka) me dice: "¿No me dejas pasar a tu casa, que me estoy meando? No me vas a dejar ir así. Dale, dejame pasar a tu casa" Lo miré con tanta indignación, que si las miradas mataran, el pibe hubiese explotado por los aires ahí mismo. Manteniendo esa mirada, y con la voz calma le dije: "Por mi, que te explote la vejiga. A mi casa no vas a entrar. No te soporto mas. Ahí tenés un árbol. Chau"
Entré y lo deje ahí. Estaba indignadísima. La llamo a Bea para contarle mi cita bizarra. Claro, Bea se murió de la risa. Mientras hablábamos, empiezan a caerme mensajes de Jhonny, diciendo lo bien que la había pasado, que no veía la hora de repetir la cita, que la pasó re bien.
Le leo el mensaje a Bea. Ambas nos quedamos mudas. Al parecer, el había estado en una cita, conmigo, pero en un mundo paralelo, porque nunca acusó recibo de lo que sucedió en la nuestra. Lo ignoré. Durante días me siguió mandando mensajes. Yo seguí mandándolo a freír churros. Hasta que un día me cansé, y la "relación" terminó de la siguiente manera:
Después de este final, pensé: "Si muero, seguramente en mi lápida va a decir: " Murió indignada por acumulación de citas chotas". E imaginé al costado de mi tumba, un librito con todas las anécdotas, así el que me va a visitar, se ríe (conmigo) de las aventuras que tiene que pasar una mujer para encontrar a alguien mas o menos decente, en el siglo XXI. Visitar a un muerto nunca va a ser mas divertido. Je.
Esto recién arranca. ¡C'mon!
Cocki Sarli.
Qué cita, mamita!!!! Pero lamentablemente es así... hay que besar mucho sapo hasta que llegue el príncipe azul... y ahi te das cuenta de que destiñe en el 1er lavado ;)
ResponderEliminarEncontrar a alguien que valga la pena cuestaaaaaa y en general aparece cuando dejamos de buscarlo y vivimos el momento... y por supuesto que aún así tendrá sus cositas y habrá que trabajar para llegar a un equilibrio
Mientras... disfruta el proceso! La vida es una
Besotessss
¡Hola Majo! Si esta cita te pareció intensa, esperá a que publique la siguiente. Mas que sapos, estoy besando escuerzos jajajajajajaja pero lo importante, es que mas allá de todo, me causa mucha gracias las cosas que se viven hoy en día. ¡Gracias por tus lindas palabras! Beso, Beso.
EliminarCocki.
Me encanta este blog... yo soy chapada a la antigua, sexo en las primeras citas no! y las veces que lo intente, me fue para el traste!
ResponderEliminarPensé que era la unica que solo llegaba a las primeras citas!
A seguir intentando! y que pase el siguiente!