Cuando era una adolescente, recuerdo que charlaba con mi mejor amiga Daniela, de que ibamos a estar haciendo a los 30. Yo me imaginaba casada, con un hijo, siendo una profesional super exitosa, viviendo en una casa con un jardín enorme y muchos perros.
Hola. Tengo 30, no estoy casada, no me imagino siendo madre, tengo un muy buen trabajo, vivo en un dpto con patio y tengo un solo perro… Sin novio.
Debo reconocer, que al recordar esa época donde construía mis sueños en nubes de ilusiones, estaba casi segura que las cosas se iban a ir dando tal como me lo imaginaba.
Antes de separarme, estaba pensando en sentar cabeza… me gustaba la idea, pero al mismo tiempo me aterrorizaba. Sentía que de alguna manera iba a perder libertad, una libertad a la cual estaba acostumbrada: Hacer lo quisiera, siempre teniendo la opción de irme sin mayores dramas… Atada, pero no. Estaba como la gata flora, quería, pero no. Claro que a él, solo le decía que quería, de esa manera también intentaba convencerme yo. Hoy, al analizarlo, me doy cuenta que tan preparada no estaba.
Otra cosa era el tema de los chicos. A medida que fui creciendo, me di cuenta que no tengo ese dispositivo que hace surgir el instinto maternal. No soy de ver un bebé y morirme de la ternura. Por esta razón, muchas veces me han acusado de que no me gustan los bebés, y la verdad es, que es totalmente falso: No es que no me gustan, no me van ni me vienen. ¿Suena feo lo que digo? Puede ser. Por ejemplo, el hijo de mi amiga Gabi, con tan solo dos añitos, me encanta. Es muy piola, tranquilo. Entonces me gusta que esté presente cuando nos juntamos. Pero no le estoy encima, ni le hablo con voz de teletubbie drogado. No digo babau, ni uso palabras de disney kids, porque no las conozco. Pero tenemos onda, y a nuestra manera nos entendemos. Es lo que importa, ¿no? Bueno, no todos entienden eso.
Muchas mujeres de mi edad ya son madres. He intentan convencerte, hasta te sobornan de alguna manera para que vos también te unas al club. Algunas llegan a ponerse insoportables, no entendiendo que no te sentís preparada… Ojo si le decís que no sabes si querés. Chau, ahí se viene el sermón de casi dos horas de las maravillas de ser mamá. Y de como te vas arrepentir si no lo sos.
Estoy casi segura, que si yo les hubiese mostrado un video crudo de un parto natural, de esos biennnnnnn reales, todavía lo estarían pensando. Pero en el fondo soy buena, y a ningún ser humano se le debería hacer eso.
Siempre contesto, como disco rayado, lo mismo: “Estoy segura (?) de que debe ser maravilloso. Pero por el momento, no está en mis planes” Ahora que estoy soltera, al discurso de siempre se han sumado unas hermosas frases:
“Se te pasa el tiempo, y no vuelve. Mirá que cuanto mas grande sos mas peligroso es. La mujer es la única que pierde. El hombre puede ser padre cuando quiere”
“Se te van a vencer los óvulos” (ufff... que dura esta frase)
“Tu hijo, en este momento esta dando vueltas en el limbo, si no te apurás, se va a quedar ahí, siendo un alma errante” (si, me lo dijeron de verdad… Hablando de presión... pobre espíritu bebé, vagando por mi culpa)
“Si te ponés demasiado vieja no vas a poder disfrutarlo”
Hablando de dramatismo extremo
La verdad es, que recuerdo mis 20 y a medida que va pasando el tiempo, me veo y me voy sintiendo mucho mejor. Me siento estilo Cocoon... En vez de estar envejenciendo, siento que estoy rejuveneciendo.
Reconozco que la soltería me está sentando bien. Porque cuando estas de novia tendes a achancharte como dije antes. Muchas nos convertimos en Miss Piggy, porque al parecer, la felicidad engorda un poco.
Pero este beneficio, a veces te convierte en enemiga potencial, por ejemplo para las esposas o novias de tus amigos varones. Ahora sos un "peligro". Sos la soltera. Sos la descocada que puede robarle a sus maridos o novios.
Sras, Srtas si antes no toqué a sus maridos ni con punteros láser, ni chorro de soda, es porque ni antes, ni ahora me interesan. Que esté soltera, no me convierte en depredadora. Sigo siendo la misma que cuando estaba de novia, solo que ahora bailo sola.
Este "miedo" lleva a muchas a discriminarte. No lo hacen con maldad, simplemente sucede. Ya no estás en su onda, no entendes, y ellas no te entienden a vos. Mientras ellas hablan de pañales, vos estas hablando del nuevo boliche que conociste y de lo rico que estaba el mojito que tomaste la otra noche. Es ahí cuando se sucede la siguiente secuencia: Te miran, tuercen un poquito la cabeza, hacen un chasquido con la boca y dicen: "No sé como haces para bancar las salidas. No me imagino volviendo a las pistas a esta edad"
¿Esta edad? ¿Que tenemos? ¿60? Hasta la gente de 60 sigue rockeando. Pero muchas veces, eso marca que ellas están allá, y vos estás acá... Viviendo nuevamente una especie de adolescencia.
Que, dejame comentarte, que no es que caí acá porque quise... Digamos que me empujaron un poquito. Cuando estas en el baile, no te queda otra que bailar.
Eso sucede en esta etapa de la vida. Con la gente de tu misma edad, que ha sentado cabeza, se crea una brecha generacional. Estamos en diferentes sintonías, vibramos en otro nivel. Ellas viven de día, y vos vivís de noche. Mientras ellas corren con la mamadera, vos corres a la farmacia a buscar el falgos que te va a sacar la resaca que te dejo de recuerdo un sábado a la noche inolvidable. Ambas formas de vida, están perfectas, pero son tan diferentes que dificilmente puedan complementarse. Mientras tu amiga mamá quiere hacer planes mientras el sol brilla, vos dormis como una morsa, porque te acostaste a las 7 de la mañana y tus horarios están dados vuelta.
Su tarde, es tu madrugada, y su noche, es tu tarde. Desencuentro total, por mala suerte.
Lo bueno, es que con un poco de esfuerzo, y negociando, a veces podes congraciarte, y es ahí cuando nace un punto en común: La tardecita.
No me imaginaba estar pasando nuevamente por mis 20 a mis 30. Creo que la adolescente Cocki se debe estar preguntando cuando nos desviamos tanto del camino que habíamos trazado.
Querida Cocki adolescente... Una planea, pero la vida dispone. Contra eso no podemos hacer nada. Lamento haberte frustrado los planes chiquitina.
Volver arrancar no es fácil. Quiera o no, la presión, de decidirme, y una vez decidida actuar en consecuencia, la siento. Externa e interna. Sin embargo, viendo y considerando lo difícil que está el mercado, he decidido, no sucumbir ante la presión y respetar los tiempos. Aparte el tiempo es sabio, y sé que será lo que deba ser. Y si mis huevitos se vencen, y me dan ganas de ser madre, adoptaré. Soy de la idea que una madre no es solo aquella que lleva un hijo en su vientre durante 9 meses.
Mientras dejare que mi duda vaya encontrando sola el camino para resolverse. Saldré, conoceré gente, me divertiré, compraré falgos de sobra, viajaré y quien dice, tal vez me enamore nuevamente y siente cabeza.
Una nunca sabe. Mejor, vivamos. Let it be, let it be, let it be.
Cocki Sarli
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