Adiós ayer...

Hoy, 16 de Julio, sería mi aniversario. Cumpliríamos 6 años. El año pasado, en Julio, perdí a alguien muy cercano a mí, por ende el festejo de mi aniversario no fue muy dicharachero. Ahora que lo pienso, tampoco daba que lo sea, porque mi relación ya estaba entrando en coma 4.
Estos días anduve un poco revolucionada. No triste. No enojada. Revolucionada. Hoy, 16 de Julio de 2015, mi vida difiere mucho a los que era el 16 de Julio 2014. 
No voy a entrar en detalles sobre esto, porque ya lo hablé bastante en otros post, pero, ¿Por qué traigo a colación esto, mi aniversario? Porque pensé, o mejor dicho sentí, que así como un nosotros nació un 16 de Julio, un nosotros, si bien hace bastante que tiene muerte cerebral, es mi deber ya desconectar el aparato y (debo) dejar ir.

Me parece que tiene peso. Es la última fecha en este año que me es significativa. Estoy sosteniendo la nada misma, porque realmente, nada en mi sistema añora algo de aquello que fue. Tanto que renegué, y el tiempo terminó funcionando a mi favor, y al fin de cuentas, como dije antes, como me han dicho, esta separación era necesaria, ya que esa pareja me estaba succionando la vida misma. No él. La relación. Relación= Dos personas.

Entonces, a vista de quienes lean esto, hoy entierro lo que fuimos, y lo que dejamos de ser, para no volver a nombrar ese tiempo de mi vida, y solo concentrarme en el futuro, que viene muy cargado  de cosas buenas.

Tal vez, la muerte, haga que el olvido se encargue de otorgar el perdón, que no pude esbozar en estos 9 meses. Mmm... 9 meses. Se podría decir que estuve gestando mi libertad de palabra y sentimiento, que nace hoy.

En medio de mi revolución, terminé de limpiar sus cosas de mi casa (después de tanto tiempo siempre quedan cosas dando vueltas) y encontré esta carta, que vaya a saber en que momento la escribí y en que estado, pero al leer mis palabras noto que fui sincera, y hoy me viene perfecta para la santa sepultura:

“Imaginate, tan solo por un momento, que las cosas no hubiesen sido lo que fueron, que ambos hubiésemos cumplido lo que prometimos, y ambos hubiésemos puesto a funcionar la maquinaria que construimos, pero abandonamos. 

En algún momento, fuimos extraños. No se como, ni cuando pasó exactamente. Que yo me perdí, y que vos elegiste ser quien no eras. Pero ambos estábamos en un espiral que no iba a detenerse, porque ambos necesitábamos alejarnos el uno del otro, porque ambos terminamos siendo veneno.

Fuiste como un tumor benigno. Me asustaste, lo suficiente, como para que yo me replantee mi vida. Tu presencia, que tanto me atemorizó , fue lo suficientemente importante como para que yo empezara a ver todo de otra manera. Y verme, desde otra vereda.

Me absorbiste, masticaste y escupiste. Aún en tu peor período, te enojabas si no te prestaba atención, y yo sufría por la falta de tuya. 
Hay días, donde recuerdo cuando nos conocimos. Yo tan desastre, vos tan mirón. Como me buscaste después de esa primera vez, y como bancaste un mes hasta que yo te dijera “Bueno, salgamos”. En ese lugar donde fuimos la primera vez, y que tanto te reíste al ver, que había elegido un lugar tan cerca de mi casa, porque no te tenía fe. Las rabas y las coronas. La charla tan nerviosa, y todo lo que me generabas. El primer beso que nos dimos, y la decisión silenciosa, mutua, de no separarnos nunca mas.
Nuestra primera gran pelea, en donde te había decepcionado tanto, y que vos volviste a buscarme diciéndome que me amabas con locura y no podías dejarme ir. Yo tampoco podía. Te sentía mi gran amor, y vos me llamabas tu mujer, y así  fuimos construyendo día tras día, año tras año, con amor, peleas, decepciones, triunfos, orgullo, mimos, buen sexo, charlas eternas, y situaciones de quiebre, lo que fue nuestro amor… Nuestro gran amor.

A veces, pensar en eso duele. Sentirlo o revivirlo, es como remover un puñal que aun esta fresco. Hay días, donde la bronca se desvanece, y extraño sentir tu piel en las yemas de mis dedos, o besar ese lunar distintivo y que tanto me gustaba. O extraño cargarte por tus grandes ojos, u odiarte porque me hacías trampa jugando a los videos juegos.

Hay días, donde no te odio. Hay días donde sonrío al recordar tu sonrisa, o nuestros juegos pavos. 

Nos prometimos, que jamás nos engañaríamos. Que no nos mentiríamos. Pero decidiste hacerlo, y solo vos, sabrás por qué elegiste traicionarme.
Estoy aprendiendo a vivir con tu traición, y viendo como hay días en donde simplemente, te borras de mi mente. Ya no apareces tan seguido, y siento como el odio se desvanece... Tal vez signifique, que ya te estoy olvidando… Y si pudiera, teniendo en cuenta que tal vez esto jamás llegue a tus manos, serte completamente sincera: Te amé. Te amé mas de lo que pensé que podía amar a alguien. Con vos aprendí a quebrar todos mis límites, a no ser tan egoísta, a jugarme por el otro,  a alegrarme por el otro. Con vos tuve sueños… Sueño de una familia, de verte llegar alto, de potenciar la pareja que eramos. Me gustaba despertarme a tu lado, escucharte hablar sobre tus cosas, verte. 
Escucharte entrar a casa, verte jugar con el perro, que me cuentes sobre tu día, contarte sobre el mío, y todas esas hermosas cosas cosas que teníamos.
Que tal vez valoraste. Que tal vez no. Que tal vez extrañas. Y que tal vez no. Pero todo eso es pasado, y ya no soy esa, y vos tampoco. Esas personas, no existen y son parte de una historia, que siempre va a ser nuestra.
Ya no puedo detenerme por vos. Ni renegar de quien soy. Entender que no soy para vos, ni vos para mi, y de alguna manera, alegrarme por eso.
De a poco cerrar la historia, pero mientras esto se desvanece para ser tan solo un recuerdo mas, quería dejar una sola vez mas, plasmado el gran amor (que se) que nos tuvimos en algún momento.

Amor… Que somos? Somos pasados, dos extraños que alguna vez se amaron, y que simplemente ahora se desconocen. Somos extraños que tuvieron algo en común, y lo único que los une ahora y para siempre, es el olvido.
Somos extraños. Siempre estuvimos destinados a serlo. Solo que, por un momento de la historia, el amor que nos tuvimos fue mas fuerte."

Que en paz descanse(mos).

Cocki Sarli.