Hay días que sentada en mi escritorio, frente al Word en
blanco (que poético sería si fuera una pluma y una hoja en blanco, o una hoja
en blanco y una máquina de escribir) que me pregunto qué clase de señales estoy
tirando al universo.
Siempre escribí, y a esto me dedico, lo que amo. Claro, que normalmente
lo hago en un tono serio, informativo, procedente de una investigación
exhaustiva y siendo sincera… Bastante aburrida.
Después tengo este espacio, mis diarios (que no son más que
cuadernos decorados con lo que venga para hacerlos más pomposos) íntimos, mis
post it, y todo aquello que sea posible de escribir, yo lo escribo.
Acá, dejo un 15 % de todo lo que pasa en mi vida, está
orientado a una zona de ella, porque muchas veces me he preguntado a quien le
puede interesar la otra parte, compuesta por todo lo que nombre más arriba. Soy
un rejunte de papeles, todos con sentimientos, algunos manchados con lágrimas,
otros con alguna sustancia alimenticia o bebida (té… muchos con té, porque soy
fanática del té), algunos con fibras (porque también dibujo… mal, pero dibujo),
otros con rayones (cuando no me convence, o me da bronca lo que escribí) y
algunos tienen marcas que no logro identificar (puede ser que los haya escrito
en un estado de lucidez, dudosa), chistes, declaraciones, promesas, dibujos, onomatopeyas. Si hay un papel, seguro voy a dejar mi marca en el. “Soy letra” dije alguna vez. Y vuelvo a
repetirlo, aseverarlo y confirmarlo.
Pero al leer nuevamente (porque siempre releo) este 15% y sus
comentarios, puedo decir, que me alegra mucho saber que se ríen conmigo y de
mí, así como muchas veces, me da “gracia” ver que muchas personas piensan que
soy un alma en pena, triste que está más cerca de tirarse por el balcón, prenderse fuego en plaza de mayo, la reencarnación de Grecia Colmenares, que
otra cosa.
Otra cosa que me dio que pensar sobre esto, fue que hace
poco, hice un comentario sobre una X, que realmente me cae como una patada con
botines en el upite, y una Y me preguntó si me estaba refiriendo a la nueva de
mi ex.
Me la quedé mirando. Claro, tanto he despotricado, dicho,
entredicho, maldije, etc, que obvio, por más que no hable, los demás, van a
interpretar que hablo. Pregunto sobre algo Z y automáticamente lo relacionan en
que estoy hablando sobre ese tema. Y así. Esta vez, lejos de hincharme las
pelotas (aunque mandé a Y a freír churros por metida) me quedé pensando.
También entendí, porque puede ser que me esté yendo tan “mal” (no considero que
haya mal o bien, sino “conviene o no conviene”) en el tema amoroso: Tal vez
proyecto la imagen de todavía estar enganchada en esa situación, con mi ex, con
toda esa bazofia.
Una cagada a decir verdad. Porque una quiere despegar y como
una tontita va y se pega sola, lo que conlleva a que cuando ya no estás ahí,
los demás, de costumbre, ya te ubican en ese lugar.
No extraño. No quiero. No amo. Ya casi ni hablo del tema, y
cuando tengo necesidad de hacerlo, que hago? Escribo. Me gustaría poder
decirles a esos muchachines que pasaron que realmente que me hubiera gustado
estar más presente cuando estuve con
ellos, pero que le vamos hacer… Estaba en otra. Estaba pariendo una bazofia. No
son fáciles los partos, y el mío fue con fórceps. Así que la recuperación fue
lenta.
Igualmente, volviendo al punto, a veces se nos escapa la
tortuga con respecto a las palabras que salen de nuestra boca, o lo que
transmitimos corporalmente, aunque la realidad es que, aquello que el cuerpo
habla es realmente lo que pasa en nuestro interior, y lo que el otro, muchas
veces interpreta es simplemente una emoción reprimida ansiando salir. Creo
firmemente en que la gente actúa como espejo en este punto, y si lo reprimís,
lo más seguro es que te empieces a cruzar con gente que quiera que lo saques
afuera, así como lo malo atrae lo malo, la felicidad cosas buenas, y así, es
necesario (me lo digo a mi misma) prestar más atención.
Lo hecho, hecho está, difícilmente voy a poder deshacer eso,
y las oportunidades perdidas, bueno, perdidas están... vale la pena arrepentirse? Dudo. Soy una convencida de lo que sucede, siempre conviene. No voy a caer en la frase trillada: "lo mejor está por venir" porque siento que eso significa que pateas la pelota, o que como una boluda, siempre te quedas esperando. Lo mejor, te está pasando, aunque te sientas como el upite, porque si pasa, es porque así tiene que ser, para que vos vayas rumbeando al camino que tenés escrito en alguna parte del universo, y que vos le das forma todos los días de tu vida, hasta cuando dormís.
Como todo aquello que sucede en la vida, todo es una
gran enseñanza. Lo dije antes, parí (figurativamente!) hace poquito, recién
ahora caigo en tiempo y forma en las cosas que venían pasando y que me pasan, entonces si bien
no puedo reestructurar el pasado, puedo transformar mi presente y darle la forma que quiero a mi futuro.
Puedo hacer que una simple hoja en blanco se transforme en
algo lleno de vida, algo eterno, algo que me haga sentir orgullosa… Una hoja en
blanco, puede adoptar la forma, el significado que quieras darle. Desde hace meses mis hojas en blanco van plasmando las formas de mis sueños, de mis anhelos, de mis alegrías, de mi vida misma. Trabajo, me muevo, duermo poco, estoy hiper activa, puteo, me río, voy y vengo, en pro de plasmar en esas hojas en blanco lo que quiero para mi vida, como y cuando. Porque si algo soy, es una chica decidida, mis querid@s coquit@s.
Cuando te encuentres en una disyuntiva, en un mal momento,
cuando no sepas como salir de algo, o no entiendas bien que te pasa, agarrá la
hoja en blanco y dejá tu mano libre… Vas a ver, como al rato, encontrás la
respuesta.
Me pasa todo el tiempo. Es mejor que el psicólogo. Y gratis.
Que más querés?
Cocki Sarli
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