Intimidades de una cualquiera

jueves, 11 de junio de 2015

La Usurpadora

No sabía sobre que escribir, hasta que me di cuenta que había miles de palabras agolpadas en mi garganta y muchas imágenes jugando a la calesita en mi cabeza en estos días. Así que decidí sacarlas afuera, a ver si de una vez por todas dejaban de jugar al yo-yo conmigo (se me acaba de caer una sota)

Entre tantas cosas a superar cuando te separás de alguien, cuando no sos vos quien elige la separación, es que tu ex rehaga su vida. Mas te cuesta superar, si la nueva elegida es la “mujer” con la que te engañó durante mucho tiempo, porque la sentís, y siempre la sentirás, como una usurpadora. La que socavó tu felicidad. La que trabajó de manera maliciosa para quedarse con lo que era “tuyo”… Aunque pensándolo bien, no era tan mío, primero porque no era cosa, y segundo porque si así fuera, no se hubiese ido por mas tentación que existiese.

De golpe empezó a sonar en mi cabeza “Every breath you take” de The Police.

Bueno, sigamos.  Me es difícil, hasta el día de hoy, superar este temita de la traición,  porque como dije en post anteriores, me caracterizo por ser rencorosa, y no es algo contra lo que quiera luchar, o que quiera reprimir. Soy así… Y suena Let it Be. 
Desde el primer momento que confirmé que ellos estaban juntos, que mis sospechas eran todas ciertas, mi mundo, que ya pendía de un hilo, literalmente se vino abajo. Él, siendo la persona que yo había optado confiar, haciendo caso omiso a mi intuición, por el cual, elegí considerarme una loca, una celosa de porquería, por el cual me dejé criticar a diestra y siniestra, me clavó el puñal por la espalda, me prendió fuegos las manos, me paso por arriba con un camión. Ella, que se hacía mi amiga, que tenía su matrimonio, que contaba por cuanta red social lo feliz que era con su marido, despacito, sin prisa alguna, trabajó de manera poco disimulada el conquistar a quien era mi novio, y realmente, créanme cuando les digo que era mas que obvio.

Yo no era ciega, elegí hacerme la ciega. Yo vi las señales, solo que elegí dejarlas pasar. En las fotos de trabajo siempre ella aparecía con él, abrazada a él, sentada con él, charlando con él.  Siempre cerca de él. Se reunían fuera de su trabajo, dejando de lado a sus compañeros, para charlar temas de trabajo, para planear estrategias juntos. Ella era una mandamás donde el trabajaba, y el pronto se terminó convirtiendo en su perrito faldero. Al principio hablaba PESTES de ella… Las peores cosas decía, y un día, de la nada, la empezó a defender, ahí empecé a levantar la ceja. Porque las mujeres sabemos. Las mujeres tenemos instinto. Porque cuando las cosas son obvias, lo son, y no hay mas vueltas que darle.

De golpe, yo empecé a desaparecer de su vida, ella empezó a tomar protagonismo. Tanto, que una vez, existió un problema laboral, por el cual ella quería renunciar, y él, MI NOVIO, movió cielo y tierra para que eso no sucediera. Claro, que durante todo ese tiempo, ella jugó el papel de dama desvalida, que NECESITABA de MI NOVIO para quedarse en su trabajo. Logró su cometido. 

Cuando nosotros peleábamos… El dejaba que las cosas transcurrieran. EL esfuerzo era casi nulo, y no saben, el dolor que me causó ver (y sentir) como el se movía por y para ella, y ahí me di cuenta que me estaba conformando con migajas.

Pero ELEGÍ no hacer nada.

Así tengo miles de ejemplos, pero no terminaría mas. Creo que la idea la captan. Es “gracioso”: escribiendo esto, estoy removiendo cosas, y se me caen las lágrimas… Tal vez, porque todavía me cueste creer, que él haya sido capaz de lastimarme tanto.

Ella empezó a estar y mostrarse con él aún no estando divorciada. Quién había sido mi novio, gritaba a los cuatro vientos lo feliz y completo que se sentía, sin importarle (porque según él, ya no era un tema suyo) que podía pensar o sentir yo. Como dijo el marido de ella: Son dos traidores con pocos jugadores entrenados en su cabeza.

Durante meses (ahora de a poco recuperándome) viví con un puñal clavado en mi pecho, que se retorcía al saber que ella estaría ocupando el que era MI lugar en su cama, la silla que yo ocupaba en la casa de sus padres, que sería la que lo aconseje en los pasos a tomar en su carrera, la que le calme su frustración cuando algo salga mal, la que le cocine por las noches, la que tal vez lo convierta en padre, y por que no… quien sea su esposa.
Estas dos últimas cosas, son aquellas que esperé durante 5 años, y que estoy casi segura que ella está logrando en casi menos de uno. Porque ella tiene un carácter muy dominante, y está desesperada por ser madre. El detalle: ella le lleva 8 años, así que es mas que seguro que no quiera perder el tiempo.
Tiempo, que al parecer, yo si ELEGI perder, esperando una felicidad que nunca llegó.
Apenas nos separamos, el tuvo un congreso importante, y ahí estaba ella… acompañándolo. Una semana. Mientras yo me consolaba con mi familia y amistades, él ya había decidido que era hora de empezar su nueva vida. Sinceramente, nunca pensé que él pudiera actuar así, pero como dice el dicho, los pingos se ven en la pista… Y el resultó ser el mas traicionero. Tampoco pude entender, jamás, quienes apañaron o dieron el visto bueno a su actuar… Supongo que la gense se acomoda aún cuando no le resulte cómodo el sillón.

Acabo de recordar cuando su madre me dijo, con lágrimas en los ojos, que él no hubiese llegado tan alto si yo no hubiese estado acompañando y apoyándolo en su camino.  Él jamás reconoció esto. Pero si, banqué muchas cosas en nombre del amor y para que él logre su sueño.

Otra vez: fue MI ELECCIÓN

Días como el de hoy, tengo esas imágenes, esas señales, frescas como en el día de ayer, y siento que se me vuelve agujerear el pecho como aquellos días. ¡PERO! Entre tanto sorete compactado, terminé consiguiendo lo que quería, lo que necesitaba: volver a construir mi autoestima, mas fuerte que nunca. Mirarme al espejo y reconocerme en mi propia mirada, saber que mi intuición jamás falla, aprendí a confiar en mis tripas digamos, trabajo en lo que me gusta, y estoy creciendo despacio pero sin detenerme. Me rodea la gente que siempre quise que me rodee, y esta misma gente es la que todos los días me desafía para que supere mis límites y me supere a mi misma. Volví a estar tranquila, a saberme ganadora, a entender que el centro de mi sistema solar soy yo y solo yo.
¿Y el dolor? Bueno, es como una llamita que de a poco se va apagando. Porque también entendí algo: El siempre será el traidor en esta historia, ella siempre será la usurpadora, y ambos siempre estarán a mi sombra.

No es soberbia, es el lugar en el que te ponés cuando tenes las tranquilidad de que vos actuaste de buena fe. Y ya sabemos, que lo malo, siempre habita en la oscuridad.

Les dejo este tema ;) : https://www.youtube.com/watch?v=7S94ohyErSw

3 comentarios:

  1. Al final se confirma que los instintos suelen estar siempre en lo cierto, elegimos no darles bola. Vamos Cocki!, ahora saliste más fuerte y auténtica.

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    1. Si hay algo sobre lo que jamás hay que dudar, es de la intuición. Cuando las tripas gritan, hay que escucharlas. Gracias por la buena onda Poli :* :*

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  2. Era casada! Claramente se merecen, son el uno para el otro.
    Además ojo que parece que necesita una mamá más que una pareja eh...

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Gracias por pasar! Te espero nuevamente.