Intimidades de una cualquiera

martes, 16 de junio de 2015

Los caballeros: Una especie en extinción.

Primero las damas, después de los caballeros… Pasan las damas, dónde están los caballeros?

Una queja que recorre los laberintos del underground femenino, es que a los hombres les falta caballerosidad. Uno de los significados de caballero, según rae.es, es aquel hombre que se porta con nobleza y generosidad. 

Como mucha de las quejas, las he escuchado de mis amigas, les propuse salir a verificar si esto es totalmente cierto. 
Un día miércoles, nos reunimos para ir a tomar algo en el hard rock café Bs. As. Llegamos todas pitucas y nos dedicamos a esperar que nuestro primer objeto de estudio se presentara. 

Luego de 20 minutos aparece. Se sienta al lado de mi amiga Gabriela, y se pone a charlar con ella. El se pide una cerveza, mientras Gabriela terminaba la suya. Sigue la charla, y el seguía sin invitarla con algún trago. La charla duró 35 minutos, no más. En el transcurso de la charla, el muchacho le mostró la llave de su BMW, sacó un fajo de $100 de sus bolsillos, y lo depositó sobre la mesa a la vista de todo el mundo, pero en ningún momento, le preguntó a Gabriela si quería tomar o comer algo.

Acá no se trata de una queja de aspecto económico, sino de algo que suma muchos porotos. ¿Por qué? Porque sencillamente a las mujeres nos gusta que estén atentos. Un principio tan antiguo como el origen de la humanidad.
Nos quedamos atónitas. Igualmente, no nos dimos por vencidas, y al Viernes siguiente fuimos a un bar en Palermo. Mientras tomábamos un rico Ron Wood, conocimos a un grupo de chicos que nos invitaron (remarco; NOS INVITARON) a ir a bailar. Fuimos, y cuando llegamos, saludan al robocop de la puerta y mientras este los dejaba pasar, adivinen qué pasó? Los chicos, con carita de langas bananeros, nos dijeron: “Chicas, las vemos adentro” (Guiñe de ojo)…. Pegaron media vuelta y se fueron por donde muere el sol, mientras cae la tarde. 
Cuando entramos, uno de los chicos se acerca y nos pregunta: “Bombones, ¿por qué tardaron tanto?. Claudia se da vuelta furiosa y le dice: “Porque nos dejaste afuera! ¡Ganso! ” Él puso cara de desconcierto mientras nosotras partíamos, y creo que hasta el día de hoy no supieron que fue lo que nos hizo enojar.

Después de haber experimentado en carne propia la falta de caballeros, fui hacia mis amigos varones para preguntarles porqué sucede esto hoy en día. La respuesta me la dio mi amigo Cristian quien me dijo: “Para que existan caballeros, deben existir las damas, el yin se debe complementar con el yan, y hoy en día es difícil saber como comportarse con una mujer. ¿Por qué? Hay muchas mujeres que cuando un hombre intenta tener un acto caballeroso, como por ejemplo abrirle la puerta para que ella pase, ella contesta: “¿Qué te pensas? ¿Qué no me puedo abrir la puerta sola?, pero cuando no lo hacemos dicen: “¿Ves que no te intereso?! ¡Ni la puerta me abrís!” Es demasiado confuso, y eso nos lleva a quedarnos en el molde."

Eso me prendió la lamparita y me hizo dar cuenta que en nuestra proclamación de igualdad entre los sexos, muchas veces nos ponemos agresivas ante sus acciones, porque tenemos “miedo” de que nos tomen como incapaces o débiles. Que alguien sea caballero con nosotras no implica que nos vea como pobrecitas, tal vez, es hora de cruzarse de vereda, parar de "quemar corpiños", que están ¡carísimos! y dejar que nos mimen un poco. 

Un caballero no sólo tiene buenos modales o buena educación, sino que también debe tratar con respeto a la mujer y a sus ideas, resaltar su belleza con ingenio, protegerla y ser su apoyo cuando ella lo necesite. Lo mismo se aplica para una dama con su caballero. Es un ida y vuelta como en todo. Se necesitan dos para bailar tango, y los caballeros, no pueden existir si no hay damas que sepan recibir sus atenciones.

Esto es como el huevo y la gallina, no se sabe quién fue el primero en empezar a desaparecer. Pero si sabemos que hay todavía caballeros por ahí que no bajan los brazos y siguen con su predicación de caballerosidad, así que les pido por favor, por el bien de la especie, y por nuestro propio bien, que cuando se encuentren con uno, no le corten la cabeza, porque estamos muy cerca de perderlos para siempre.

Festejemos el romanticismo, la galantería, el detalle… Dejémonos seducir. No pretendo ser anticuada, pero si considero que esta danza entre caballeros y damas debe ser rescatada, antes de que sea demasiado tarde... y volvamos a la era de los garrotes.

Ya existen demasiadas especies en extinción en este planeta… Sras y Sres… Free the gentleman!!!!



Cocki Sarli.

2 comentarios:

  1. Buena entrada, toda la razón, hay cosas que se han perdido por el camino, una pena

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  2. Ayyyy, me gustó el comentario de tu amigo varón. Es cierto, no todas somos iguales! Por ejemplo a mí no me hubiera molestado que no me pague el trago. Sí lo del boliche. Hace poco me pasó que un chico extranjero me invitó un trago en un bar pero después desapareció. Así que prefiero que demuestre interés por mí de otra manera jajajja

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Gracias por pasar! Te espero nuevamente.