Intimidades de una cualquiera

domingo, 23 de octubre de 2016

El virus del revés

Supongo que ahora puedo entender que siente un grupo de espionaje, cuando otros usan su información en contra de ellos mismos. ¿ De qué hablo, te preguntarás? De los “hombres minita”, mi querida obi wan:

Este nuevo híbrido, ha ido ganando fuerza evolutiva desde hace unos años, y para mala suerte de nosotras, esto de mantener la tierra poblada, se va a transformar en un problema. Sin buen material para usar, estamos condenados a extinguirnos. ¿Un mundo lleno de pelotudos? Bueno, no, gracias.

Este espécimen ha logrado emular de manera super exitosa el accionar que se le criticaba en exceso al sexo femenino. Ahora, ejercen el acto del misterio y la confusión continua de una manera a prueba de fallos.

Intensos. Sensibles. Demandantes. Hormonales. Conchudos. Indecisos. Histericos. Es una versión defectuosa de nosotras mismas, como un clon de la oveja dolly que salió chotito. Sabemos que estos atributos generan un poder tremendo en manos de quien los ejerce, ya que deja a nuestro adversario perdido como turco en la neblina. Pero no todos los poderes son manejados con responsabilidad, y es así como hoy, estamos frente a una enorme crisis relacionativa (ponele) entre hombres y mujeres. Si nosotras somos confusas, y ellos son confusos, nos anulamos de confusos y nadie coge. Como verán la perdida es absoluta.

Miles han intentado apelar a la conciencia de quienes ejercen este tipo comportamiento, con el fin de frenar esta manera de actuar que tanto daño hace, sin éxito alguno. Estamos cada vez mas en el fondo del lodo, ahogándonos en el barro del sí, pero no. Te amo, mientras no se apague mi termotanque interno.

No soy la única soltera de mi grupo, y cuando escucho hablar o veo los mensajes del grupo de whatsapp, y veo que todas están en una situación parecida. No es que nos cruzamos todos boludos, es que estamos fallando en esto de relacionarnos, y así como resident evil dió origen a un montón de zombies que les cagó el mundo, nosotros creamos estos híbridos que nos van a terminar cagando el nuestro. Dejame decirte esto: prefiero un zombie come coco, que un "minita" secandome la líbido.

Si vos sos, como yo, de las que vienen con sinceridad, claridad, y decisión sobre lo que queremos, te encontrás con uno de estos híbridos y, zarasa: preparate para sentir lo que siente superman frente a la kriptonita: Te absorbe toda la energía, te deja debilucho, y a veces, hasta te practica una lobotomía existencial.

Una vez estuve pensando, que debería existir un registro donde anotar a estos híbridos, para permanecer a salvo nosotras, y que ellos, los hombres, se encarguen de borrar sus propias frutas podridas. Pero, ¿adivinen qué? Me di cuenta, que ahí entraríamos a veces nosotras. Porque ellos emularon un comportamiento (manipulador), que era al parecer, del mundo femenino, entonces, de por sí, nos tenemos que hacer cargo de esta "moda"

Al parecer, la culpa es un 50% y un 50%, así que la pregunta pasaría a ser: ¿Cuando trabajaremos juntos para erradicar este virus antes de que todos pasemos al celibato forzoso?

Todos sabemos que nuestras hormonas deben cumplir una misión mas allá de nosotras. Los hombres no las tienen porque pueden así, ayudarnos a mantenernos focalizadas en esos días de subibaja hormonal. Entenderán, que si nos empiezan a copiar, todo va a ser un enorme quilombo. Y chau. Así si, chau.

Piensenlo. Antes de ser "minita", pienselo. Una relación, podría salvarse. Fijese.

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