Intimidades de una cualquiera

lunes, 28 de septiembre de 2015

A vos no te importa nada!

Antes de empezar, vamos aclarar algo: Todo lo que voy a describir en este blog, bajo ningún concepto, es un ejemplo a seguir. Bajo los efectos del alcohol se toman malas (malas?) decisiones, así que mejor, tomen decisiones cuando estén sobrios, y crucen los dedos, porque la impulsividad producto del alcohol, los deje bien parados.

Difícilmente funcione.

Aclarado esto, podemos empezar: Sábado, como siempre solemos hacer, nos juntamos con la banda (ja! me siento re teenager diciendo esto) y fuimos a tomar algo. Dentro de mi grupo de amigos, se encuentra mi "hueso" ocasional: Un muchacho con el cual no hay historias, ni trasfondos, ni doble sentido, ni esperamos nada el uno del otro. Solo tenemos (muy) buen sexo, ocasionalmente, y generalmente se da luego de estas salidas.

Esa noche, tomamos mas de la cuenta. Estábamos todos en el grupo copeteados, y terminamos en un boliche bailando a pleno, enloquecidos de la alegría y pasándola demasiado bien... según recuerdo.
En eso, con mi amigo cruzamos miradas. Si. Ambos estábamos en la misma sintonía. Comenzamos a bailar cada vez mas cerca, nos chicaneabamos el uno al otro, teniendo en cuenta, que nuestro final iba a ser enredados entre las sábanas... Oh, flirteo, divino eres entre las relaciones humanas.

Luego de varias copas mas, y de un franeleo que ya podría considerarse inmoral, nos despedimos de nuestros cómplices, quienes mediante bromas, nos dieron sus bendiciones para que partiéramos en paz, y nos diéramos de lo lindo.

En el taxi, nos empezamos a matar a besos, con el taxista siendo nuestro testigo... Son esas cosas que haces alcoholizado: la vergüenza es algo que desaparece después de la 4 copa. Menos mal que no recuerdo su cara... Cuento con tener la suerte de que nunca jamás volveré a tomar ese taxi. O cruzarme con ese sr.

Volvamos a mi historia: Llegamos a su casa, y ya en el ascensor empezamos a matarnos y desvestirnos. Si, así de urgente era nuestra necesidad de matarnos a besos y demases. Eso es lo bueno de tener este tipo de relación con alguien de confianza: No hay rollos, no estas esperando algo, te entendes de una, no hay necesidad de explicar nada, todo es claro, y cuando deja de serlo, y del otro lado no existe lo mismo, la relación se licua y queda solo la amistad. Nadie sale herido... Aunque si, existen excepciones.

A los segundos de entrar a su casa, ya estábamos desnudos... En un momento, yo no daba mas de la sed, y pedí tiempo para tomar un poco de agua. Fuimos a la cocina, mientras yo me servía agua, el me seguía buscando. En un momento, sin poder aguantar mas, me di vuelta y le "ordené": "Trae un preservativo, YA!"
El, riendose, me dijo: "Si, capitan!" y todo risueño, se dirigió a su cuarto. Me quedé en la cocina. Escuchaba como abría y cerraba cajones, lo escuché putear. Cerré los ojos, y pedí por favor, al tercer ojo del universo, que lo que estaba temiendo, no fuera verdad. Al ratito, el volvió con cara de velorio. Si, mi miedo se había hecho realidad.
- No lo digas.
- Perdón. No tengo preservativos
- Pero cómo no tenes?!
- Bueno, se me acabaron. Vos tenés?
- No. Si no, no estaríamos hablando, claramente.

Nos quedamos observándonos, en pelotas. A las dos minutos, ya estábamos a los besos de nuevo. Es difícil frenar la pasión cuando esta quiere expresarse libremente, correr como forrest gump por los campos del placer sin límites. Terminamos en el piso de la cocina, y en mi defensa, lo que contaré a continuación es producto del alcohol: Ya no podía mas de la calentura, ninguno de los dos, a decir verdad... El estaba en el piso, y yo encima de él. Desesperada, empecé a mirar a mi alrededor... En eso veo una bolsa de naylon, la agarro. El me mira extrañado. Le guiño el ojo. Me mira mas extrañado todavía. 
- Que haces?
- Vos esperá
- Cocki...
- te dije que esperes!
- Pero que estás haciendo?
- No sé bien todavía... Pero confía en mi.
- si algo aprendí cocki, es no confiar en tus ideas

Me río. Me vuelvo a poner seria. Le empiezo a colocar la bolsa de naylon alrededor de su miembro. Veo como sus ojos se abren como dos huevos fritos, por la sorpresa... Por no entender nada.

Termino de colocar la bolsa, y empiezo abrir las puertas de la alacena. Encuentro el aceite, me hecho un poco en las manos, y empiezo a lubricar la bolsa..: Estaba haciendo un preservativo casero, sras y sres. Me convertí en la Mc Gyver del sexo. Él, muerto de la risa, empezó a golpear el piso, y gritar: A vos no te importa nada!!!!!
Y tiene razón. No me importa nada cuando se trata de sexo, sobre todo si tengo ganas de él, pero al terminar mi preservativo casero, me di cuenta que no iba a ser lo mas funcional, ni lo mas recomendado para terminar nuestro acto, así que  siendo la hora que era, los dos borrachines, el sueño asomando, él embadurnado de oliva, muerto de risa, yo frustrada, y la falta de preservativo solo quedaba una cosa por hacer: Dormir.
Eso hicimos, y a la mañana siguiente, ya ambos sobrios, con resaca, salimos a desayunar. Café con leche va, café con leche viene, él me dice:
- Cocki... Sabes que lo de anoche lo voy a tener que contar no?
- Bueno. No me nombres, pero de verdad: No podes culpar a una chica por intentar
- No. Para nada. No hay nada que se ponga entre vos y tu objetivo. Admirable
- Al parecer, un forro si puede
- Pero nadie puede negar que lo intentaste Cocki querida. Orgulloso de vos. Mc Gyver estaría orgulloso.
- Gracias. Me emocionas. Pasame la mermelada, que ya que no cogimos, comamos mucho.

Y es así, como después de ese hecho, las bolsas de supermercado nunca volverán a ser lo mismo. Así, le encontramos otra función al aceite de oliva: No cogimos, pero que suave le debe haber quedado el pitulín. Lo mas importante: Después de este hecho,  entendí, cuan importante es, llevar siempre un preservativo en la billetera.
Mujeres solteras, no comentan el mismo error que yo. Válganse por sus propios medios. Tengan siempre un preservativo a mano. Nunca sabrán cuando les será útil. Mujer precavida... coge.


Cocki

viernes, 25 de septiembre de 2015

Dejen a los muertos descansar en paz

El placard de los muertos tiene y debe permanecer cerrado. A no ser, que vos lo abras, en ese caso habilitas a que alguno se escape, pero cuando se escapan por culpa de un evento fortuito, sucede lo común y corriente: Te queres matar.
Acá no se trata de hacerse la santa, nada que ver, nada más lejos que eso, soy una mujer soltera así que puedo hacer lo que se me cante el pupo, pero más allá que he comentado mis anécdotas en este blog, notese que siempre lo hice sin nombrar a las personas, y lo hago bajo un seudónimo… por qué? Porque me gusta que los muertos se queden en placard. De vez en cuando los saco para sacudirles el polvo, pero no se quedan en el plano físico demasiado tiempo… una salidita y adentro de nuevo.

Hay una frase que me dijo una vez mi primer novio, (se la robó a Luis Miguel) que me quedó grabada a fuego, y me pareció siempre muy sabia para aplicar: “Nosotros nacimos, el día en que nos conocimos” Que se entiende por esto? Que desde el primer encuentro, el pasado deja de existir. Somos vos y yo, nada más… El exceso de equipaje se queda en el rincón, y se arranca, la relación sin forma, limpios, sin traer ningún recuerdo ajeno. Después, si querés hablar del tema, es harina de otro costal, pero siempre es mejor, (por experiencia) que cada muerto quede suspendido en su línea temporal correspondiente.

No soy una persona que se interese por las ex de las personas que frecuento, o que me gustan. No me interesa la vida amorosa del pasado, salvo que vea alguna bandera roja. Aparte, como soy un poco egoísta, prefiero obviar el hecho de que ese cuerpo que está frente a mí fue manoseado por otras manos, besado por otros labios, y esas cosas. No de celosa, sino que no hay necesidad de traer los muertos al presentes… Al menos así, lo veo yo.

Pero bueno, como es costumbre, no todo el mundo piensa como yo, o se mueve igual que yo, y lejos de aprender, me sigo frustrando… Porque si hay algo que me cuesta, Sra, Sr, es aprender que no puedo esperar que los demás se comporten de la misma manera que lo haría yo.
Entre cervezas y charlas, una amiga, decidió que era momento de prenderme fuego. No sé si es, o se hace, o tal vez no se dio cuenta (pero quien me conoce sabe que soy obvia, que basta verme la cara para adivinar qué está pasando… Porque si hay algo que no puedo hacer, es mentir. No me sale. Tampoco quiero que me salga) Pero volvamos a la anécdota: Noche, reunión de amigos, el muchacho que ya les conté que me gusta. La charla va y viene, y en eso, la inoportuna de mi amiga, se mete en mi placard de muertos y saca a uno más viejo que la escarapela, ahí, delante de quien me gusta.  

No me hago la virgen ni mucho menos, pero como no habilité el tema, me molesta que alguien lo haga por mí, delante de gente que no conozco y encima frente a alguien que me gusta… porque yo no quiero saber de su vida sexual, ni tampoco que el sepa de la mía. Cada cosa en su lugar.
Bueno, si, resulté ser media pacata con ciertas cosas, pero algo, a medida que vas creciendo, vas entendiendo, y esto es algo que hay que aprender: hablar de relaciones pasadas, o de garches pasados, es un baldazo de agua fría, que baja el entusiasmo en un segundo… Somos dos, quedémonos en dos… Para qué hacer partuza con recuerdos? No hay mucho sentido.

Cuando escuché lo que salió de su boca, sentí como me prendía fuego lentamente. Me quedé callada. Me volvieron a preguntar, y como siempre que me pongo nerviosa… Me reí. Y claro, la risa habilitó para que se entendiera cualquier cosa. Ya me habían puesto el cartel. Yo sabía que cualquier cosa que pudiese haber dicho, se iba a usar en mi contra. Así que me lamenté en silencio, "odiando" a mi interlocutora tremendamente. ¿Lo más gracioso? Es que la persona que nombró no fue nada, más que unos besos… Pero era MI recuerdo, MI muerto, MI placard… Violó propiedad privada… que atrevida.

En fin. Ahí estaba yo. Reducida a las cenizas, con el recuerdo del muerto sobre la mesa, lamentando tener amigas tan boconas. Volví a mi casa suspirando todo el camino. Tan lindo que estaba el que me gusta. A medida que caminaba, sentía el paso de mis muertos detrás, y recordé por qué no abro el placard: Porque, lo pasado es pisado y a otra cosa, mariposa.

Cocki

martes, 22 de septiembre de 2015

Ey! Si, vos... Me gustas (carita sonrojada)

Decir: “Me gustas, y quiero tener algo con vos” debería ser la cosa más sencilla del mundo… Como decir buenos días, u hola, pero no. Se pasan muchos momentos vergonzosos, se te prenden fuego los cachetes más de una vez, y cortas la tensión sexual en el aire, hasta que se te desafila la tijera imaginaria, porque dar ese pequeño salto (al vacío?) da mucho “miedo”: a rebotar, a que no te tomen en serio, a que se te hagan los histéricos, y muchas cosas más… 

Entonces, empezas el juego del gato y del ratón para ver quien caza a quien, mientras se pierde tiempo valioso, que podría usarse en besarse y manosearse… por ejemplo.

Estamos en el 2015, y hoy en día, todavía no se usa, o queda bien visto, mejor dicho, que una mujer avance a un hombre. Según mis amigos, hacer eso, es como una violación a la virilidad, porque es “función” del hombre encarar, proponer, concretar.

¿Encima que te quiero ahorrar el trabajo, todavía te la tiras de gallito cocoró? Al parecer sí. Esto me remonta a post anteriores, en donde recuerdo que cada vez, que yo cometía el “error” de decir lo que quería, como y cuando, me dejaban hablando sola, huyendo despavoridos, acusándome de ser intensa… Y pienso: Tengo poco tiempo en mi día, en mi vida, tengo definido muy bien lo que quiero para mí, ¿por qué está mal comunicarlo? ¿Por qué se considera mal no querer perder el tiempo, e ir al grano? Claro que no sé si quiero noviar, casarme o irme a vivir a la luna… Ni siquiera sé que quiero comer esta noche, pero lo que sí sé es que si me gustas, me gustaría poder decirlo sin miedo a ser malinterpretada o peor, que te acusen de desesperada.
“Desesperada” ¿qué palabra fea no? Cuanto prejuicio instaurado al pepe. Pudiendo sacarme la duda, tengo que estar con ella, porque por más que me haga la liberal, o que sea valiente, en este caso, no me animo… Por qué? Porque me gusta este chico en serio.

No… No sé qué onda el conmigo. Me gustaría saberlo. Pero como viene la mano, tal vez nunca me entere, o el “guste” se termine licuando por cobardía o prejuicio.  O tal vez, no lo sé, porque no le gusto y es por eso que no me dice nada. Aunque intuyo algo. Pero no sé.

Que quilombo que se arma con todo este mute obligado. Dos palabras tan tontas,  y al mismo tiempo tan complicadas: “Me gustás”

Por ahora, me voy a quedar con la duda, al parecer, porque no creo que me anime. Pero todo esto es para reconocer lo siguiente: Después de tonelada de tiempo, hay alguien que me gusta… Y me encantaría caer en sus brazos. Por favor, cambiemos estas reglas tontas, el pensamiento retrógrado, porque me estaría perjudicando en demasía, matando mi lado cursi, y atando mi lado más salvaje.

Por un mundo amoroso sin prejuicios y con mas franqueza.


Y para terminar de explotar de manera cursi, les dejo este hitazo:







lunes, 14 de septiembre de 2015

Ratman!

A las tortugas ninja, las crío una rata mutante. Copada la rata: Sabia, la tenía re clara en las artes marciales, y vivía en la alcantarilla porque sobre la superficie no iba a ser bien vista. La única rata que me cayó bien, y concuerdo, que las ratas deben vivir en las alcantarillas, porque no son seres muy agradables que digamos… Al menos, no caen demasiado bien.

Sobre la superficie, tenemos esta especie que se camufla entre nosotros, que son los famosos hombres rata: viven llorando por el dinero que no tienen (y aunque lo tuvieran, no lo quisieran gastar), viven condicionándose (y condicionándote) a la hora de gastar, siempre quejándose, siempre con la misma ropa, olvidadores eternos de la billetera, o los que siempre “están por cobrar”, los que pide que lo banquen, o con tal de no gastar, son capaces de comer pan viejo con agua, y eso, para ellos, es una re cita romántica.

Insufribles. De verdad que son personas que me pelan todos los pocos cables sanos que quedan en mi cerebro.
Mi ex también era así… NUNCA tenía plata… bah, la tenía, pero estaba condenada a no ver la luz del sol, y sufrir la condena de no pasar de mano en mano… NUNCA tenía plata para salir, NUNCA tenía plata para comprarse ropa, NUNCA tenía plata… para nada, bah. Ahora eso sí, SI TENIA PLATA para un nuevo celular, o para algo que a EL le interesara, y esto es algo que se repite entre los hombres rata, no gastan, para luego gastar en alguna boludez que ellos consideran imprescindibles para sus vidas, como sería, por ejemplo, un nuevo jueguito para la play station 4.


Ahora parece que cada vez hay más, ya que es una forma de ser que se contagia… Lamentablemente las generaciones venideras no están mejor, al contrario, se la tiran de pobres y viven llorando por el dinero, lo cual me lleva a pensar que pasaría si fueran pobres de verdad… Se suicidan, no?
No soy una persona materialista. Al contrario; me gusta disfrutar del fruto de mi trabajo, darme mis gustos, agasajar a las personas que quiero, y soy de la idea de que el dinero va y viene, y que es mejor disfrutarlo en vida, que ser un rico muerto… Bueno, creo que es por eso que mis ahorros son escasos, pero al menos, puedo decir que disfruto bastante de la vida, y tengo mis pequeños lujos, y no soy una persona que llore el vil metal, por lo tanto me saca de quicio cuando quieren coartar mi libertad financiera, cuando me vienen a llorar la carta haciéndose los cartoneros, o peor! Que a último momento me digan que no tienen dinero, y me termine haciendo cargo de todo yo.

Creo en la igualdad de sexos, pero también creo en el caballero. Un hombre carente de caballerosidad, no es hombre para mí. Es tan solo un niño jugando a ser grande, por lo tanto son aquellos que quedan en el resabio del pasado, porque a las mujeres nos gusta ser agasajadas. No tengo problema de pagar un cuenta, o ir a medias, pero si me gusta que haya una intención por parte del otro en invitarme, porque dice mucho de la clase de persona con la que estas tratando… Si es un hombre con el que vas a poder contar o con el que te vas a morir de la angustia.


Si sras y sres, los pequeños detalles, como este, demuestran la personalidad con la cual se trata, así que antes de llorar por dos míseros pesos, recuerden que clase de impresión quieren dar a la mujer que tienen enfrente… Si son hombres, o ratas, porque tienen que tener en claro algo: Son pocas, las mujeres, que tienen aprecio por las ratitas, la mayoría, al ver una, sale espantada.
Manejalo.

Cocki

viernes, 11 de septiembre de 2015

Los "amores de mi vida" que no fueron

No soy de hacer listas, salvo que sea para el super, para evitarme ahorcar la tarjeta de crédito. En lo que se refiere a las personas con las que estuve, prefiero que mi cerebro haga memoria selectiva y recuerde a lo que me marcaron, y seleccione a quienes olvidar. Eso me ha traído algunas vergüenzas, ya que a veces me hablan de tal o cual, o peor! Me han saludado y no doy ni registro, quedando como la peor de todas.

Si, bueno, tengo 30 y tantos, estuve con unos muchachines, no se me hagan las espantadas.
Este escrito, nace espontáneo, porque estaba recordando a un par de seres con los que estuve: cada uno tenía una cierta característica que lo hacía inolvidable, la cual comentaré, resumidamente (si puedo) a continuación:

El judío: Con el estuve a mis 20 y pico. Amor a primera vista. Lo conocí en el cumpleaños de mi mejor amigo, y esa misma noche se “mudó” conmigo. Lo recuerdo mucho, porque como amante era tremendamente genial, pero lo que lo hizo inolvidable era su tendencia al drama. Mi Dios, que tipo dramático. Era un actor encubierto. Su vida era medio desastre, pero a los 20, si encima te atienden bien, tendes a hacer ojos ciegos a todo lo malo del chico. Fue una relación tan revoltosa como corta. 1 año y pico. Nos prendimos fuego, y no en el mejor sentido. Hace poco volví a encontrarme con él, y para su mala suerte, sigue tan dramático como siempre… Y pelado. No fue negocio su manera de ser, y debo ser sincera: ME SALVÉ.

El Hiperactivo: No se quedaba quieto nunca. NUNCA. Ni siquiera cuando dormía. Creo que tenía pulgas en el recto, sino no se entendía. Amante de su celular, el mismo sonaba a cualquier hora, y no exagero. Ojalá hubieran sido minas, no… Eran sus amigotes que eran tan hiperactivos como él. Los terminé odiando a todos, especialmente a él. Me era imposible llevarle el ritmo. Nos íbamos a casar, nos comprometimos, todo… No pude, simplemente sabía que no iba a poder lidiar con su existencia. Somos amigos desde más de 20 años, ya se juntó y se separó al menos 4 veces, … todas mal… De nuevo: ME SALVÉ

El mujeriego: Solo buen sexo. Ser humano desastre. Egocéntrico. Celoso. Caprichoso. Lindo, y buen sexo, no tenía mucho más en su haber… de nuevo: ME SALVÉ

El Gay no declarado: Para mí, siempre lo fue. Duramos menos que un gas en una canasta. Re buen pibe… Muy intenso en sentimientos. Tan intenso que necesitaba oxígeno cada vez que estaba con él. Bastante mantequita, y su baño era algo similar al mío en productos, eso siempre me llamó la atención. Lloraba y reclamaba mucho. Casi como nosotras cuando tenemos el síndrome pre menstrual. Siempre me sentí el hombre en esa relación, y varias veces le pregunté si tenía definido su orientación sexual. Se ofendía. La verdad que no entiendo por qué se ofendía ya que su comportamiento era bastante dudoso. Hace poco, tuve noticias de él. Se enteró que me había separado y se ofreció como amante.
Demasiado. Ese chico, es demasiado. Otra vez: ME SALVÉ

Por último, Mi ex: Egocéntrico, desinteresado (por mí), caprichoso, inseguro, buen amante, y en el último tiempo, sumó a su larga lista de “cualidades” la de engañador y mentiroso. Para tomar una decisión (con respecto a nuestra pareja) le pedía permiso hasta al oráculo de Zeus. Él estaba primero, segundo él y décimo él. Tenía cosas buenas, pero la verdad que ninguna, hoy en día es algo remarcable (para mí). Demás está decir, que la separación fue muy beneficiosa para mí… El me aplastaba demasiado, me ahogó como una arena movediza… de nuevo, y finalmente: Me salvé.
Conclusiones: Entre ellos, hay una cosa en común: Todos daban buen sexo. O al menos, conmigo tenían piel. Será que acaso tengo piel con perdedores en potencia? Ay, qué miedo. Bueno teniendo en cuenta mis últimas anécdotas, creo que el tipo perdedor, ya no es lo mío.  O al menos ya no me llevo bien.

Otra cosa que puedo concluir, como vieron al final de cada descripción, que separarme de cada uno de ellos fue un acierto, más allá de que en su momento me haya dolido, más allá de que todos, en algún momento fueron el amor de mi vida, hoy sé que todavía queda mucho hilo por cortar, y mientras me entretengo con mi vida y mis actividades, quiero contarle a ÉL, el que va a venir y que me va hacer re contra feliz, que lo estoy esperando con los brazos abiertos, que prometo darle lo mejor de mí, hacerlo muy feliz, y que juntos vamos a conquistar al mundo.

No, no como pinky y cerebro… Bueno… Un poco capaz sí.


Cocki

lunes, 7 de septiembre de 2015

¿Qué pasó anoche?

Rápido y furioso, después de la primera película, nunca mas estuvo tan buena, como aquella que originó la saga. Lo mismo pasó con transformers, con Indiana Jones, hasta las últimas (que resultan ser las primeras) tres películas de star wars. Ninguna pudo igualar lo genial de la primera.

Pensemos esto: Si un jarrón (me visto de chinita para decir esto) se cae y se rompe, por mas que peguemos pieza por pieza, nunca mas vuelve a ser el mismo jarrón, así tampoco será tan lindo como era antes de romperse... Entonces, sobrando ejemplos en el mundo terrenal, por qué a veces insistimos en volver con ex parejas?

No se asusten, no volví con Soretín, digo, mi ex. Válgame Dios, tampoco estoy desesperada, che. No. Pero si volví  a encamarme con un ex, que realmente, les digo, hubiese sido mas provechoso agarrarme los dedos con la puerta. El dolor y el arrepentimiento hubiesen sido menos.

Con este chico, salí re poco tiempo. Mi período es mas largo, con eso les digo todo. Pero en tan sólo 4 meses, el me declaró el amor de su vida, me limpiaba el baño, me cocinaba, me llamaba para despertarme para ir trabajar, y agárrense las enaguas: Me llevaba el almuerzo al trabajo. Oh si! El chico cocinaba para mí. Tenía chongo, mucamo, cocinero y sexo, por la módica suma de un solo cuerpo. Cuál era el defecto te preguntarás? Por qué dejé a este ser salido de otro planeta? Porque era, EXTREMADAMENTE sensible. Me hacía escenas de que yo solo lo quería para coger... "bueno, nene, llevamos 4 meses, no te voy a querer para casorio", se quejaba de mi indiferencia hacia nuestra pareja (cuando recién llevabamos 2 meses) y cosas por el estilo. Un dolor de ovarios su queja constante, muy minita, al punto que llegué a pensar que era gay.

Ah, pará! Detalle que llevó a que huyera sin mirar atrás: Descubrí que se afeitaba el pecho con gillette. Eso, en mi mundo, es un deal breaker. Listo, chau, si te he visto no me acuerdo.

Bueno, hasta hace poco, y maldito seas alcohol!!!!! 

Salí con mis amigas a un bar  en Palermo. Llegamos tarde, ya un poco entonadas, y en el lugar seguimos mojando la lengua en diferentes berbajes uno mas rico que el otro, cuando en un momento siento que me tocan el hombro. Me doy vuelta, y trato de que mis ojos no hagan la gran nestor "pinguino" kichner, y focalizar en quien tenía delante mío. No lo podía creer... Era ESTE pibe. Después de años luz sin verlo, ahí estaba... Si, igual que siempre... Pero como estaba alcoholizada, y contenta, me alegré de verlo:
- HEYYYYYYYY!!!!!! Hola L!!!! Cómo estashhhhh???!!!!
- Hola Cocki, que lindo verte.
- Ah! pero seguis haciendote el serio canchero. Dale, relajá querido! Tomate un trago conmigo. Invitanos.

Y de la mano me lo llevé a la barra, sin escalas. Si. Siempre lo traté igual. Era medio personaje, y yo peco muchas veces de forra, mas si estoy con algunas copas, y el ahí, haciendose el terminator, "Nene, te afeitas el pecho con gillette. Sos tan langa como cacho castaña" Pensé. Aunque Cacho se deja los pelos... Bueno, Cacho es macho, este no... tanto.

El tema: El alcohol corría y corría, y él estaba ahí charlandome, y yo estaba ahí después de semanas sin abrazarme a un cuerpo símil hombre, aunque sea. Ya sabemos que el alcohol nunca es un buen compañero, así que creo que a esta altura ya sabrán a que me incentivó: Si... A encamarme con mi ex ex.
Poco recuerdo de lo sucedido... Lo que si recuerdo fue despertarme sintiendo que el cerebro se me rompía en mil pedazos, desconcertada, porque no lograba entender, en esos primeros 5 segundos de despierta donde estaba... Hasta que caí en la cuenta: "NOOOOOOOOO!!!!!" fue lo que grito mi orgullo. "NOOOOO!!!" fue lo que grito mi decencia "PAREN DE GRITARRRRR" fue lo que susurró mi resaca. Giré la cabeza, y ahí estaba él durmiendo. Lentamente, y sosteniendome la cabeza, empecé a deslizarme para salir de la cama y poner en marcha mi plan de escape. Lo que no contaba: El pibe tenía sueño liviano. Claro, yo ni me acordaba. Se despertó, y me sonrío. Yo, me quería matar.
- Buen día Cocki
- Hola, si, que tal.
- Te preparo algo de desayunar?
- Noooooo, por favorrrrr, no te molestes, ya me voy.
- Dale Cocki, fue una noche fantástica, quedate a desayunar.

"Fantástica? En mi estado? Dios, que habré hecho" me preguntaba. Se levantó. Le vi el culo. De golpe todas las cosas por las cuales lo había dejado, sumado a la falta de culo, vinieron a mi cabeza dolorida. Tenía que salir de ahí. Comencé a cambiarme, y aparecí en la cocina:
- L, no te molestes, en serio, me voy, esto no estuvo bien. Perdoname. Pero ni da que me quede.
 Silencio... El solo me miraba. Veo algo cristalino en sus ojos... Pucha, me cago en 10, se estaba por largar a llorar... Y dicho y hecho, empezó a derramar lagrimitas.

- Otra vez Cocki? Otra vez me dejas?
- Nunca volví, L.
- Pero ayer estuvimos juntos...
- Yo estaba alcoholizada. Eso no cuenta. No pensaba claramente, eso es mas que obvio.
- Ahhhh que?! tan horrible soy?
- Uf, no quise decir eso, solo quise decir, que yo no reincido, y que no te hubiese puesto en esta situación de estar sobria.
- Claro. Te excusas con el alcohol. Pero te tenes que hacer cargo! Venis, te metes en mi cama, hacemos el amor, y ahora me dejas de nuevo.
- Eh? Qué?! No. Pará! Meterme, dudo que haya podido sola. El amor no hicimos, no seas novelero, y no te dejo, porque no estamos. Solo me quiero ir a mi casa, a dormir, porque tengo una resaca terrible.
Perdóname, pero fue un error. No quería que te ilusiones, pero convengamos que te ilusionas fácil. No deberías fiarte de alguien borrachín.
- Pensé que por fin ibamos a tener otra chance.
- Bueno, L, pensaste mal. Me voy.

Me fui. Lo dejé en pelotas preparando el café con leche. Llegué abajo y claroooo.... Tuve que esperar 20 min que alguien me abriera. El sol brillaba y quebraba mis corneas resacosas. Maldecí no tener mis lentes de sol. Saqué mi celular y la llamé a Bea. Me atiende: "Vos no tenés perdon de Dios, bagallera." 

Bueno, tenía razón... En una sola noche mandé a terapia intensiva a mi hígado, reventé algunas neuronas, lesioné parte de la corteza cerebral, me di una resaca fulminante, atenté contra el buen gusto, y le rompí (otra vez) el corazón a un ex.

Después no digan que yo no sé romper la noche... Esto de reciclar ex´s nunca termina bien. A esta altura debería saberlo. No lo logran con una película, menos van a poder dos personas que ya se conocen todas las miserias.

La culpa de todo la tiene el mojito.... Soy (casi) inocente, Sr Juez!


Cocki 

jueves, 3 de septiembre de 2015

Sobre éxitos y fracasos...

Hace poco, me junté con unos amigos, y entre ellos, había alguien que no me conocía, pero sabía que yo era “Cocki, la piba de intimidades” (estos amigos que no saben mantener los secretos). No me gusta mucho comentar lo que hago en el blog, pero bueno, el tema sale, yo muchas veces me prendo, ya que es interesante ver las diferentes interpretaciones que existen sobre un mismo post.
El tema, es que esta persona en un momento me dijo: “No lo tomes a mal, pero al final de cuentas Intimidades es la historia de una fracasada”
No me cayó mal, ni lo tomé a mal, porque sé exactamente a que se refería. Claro que todo empezó contando mis desgracias en las citas, y luego fuimos rumbeando para muchos lados, pero jamás, desde que empecé la página me sentí una fracasada, sino todo lo contrario... “Fracasada era antes” pensé. Pero claro, no lo dije. Era meterse en un terreno que difícilmente quiero caminar en voz alta.

Si, fracasada era antes. Una fracasada conciente, y eligiendo serlo. El mas triste de los fracasos: El fracaso sabido. Durante los años que fui la “novia de” , porque así me presentaban, fui dejando de lado mis proyectos personales, para apoyarlo a él en su carrera. Al principio no fue una decisión muy conciente, pero después si. No me molestaba cuando recién empezó, al final de la misma, me resultaba insoportable.

De a poco, fui poniendo mis sueños, mis ganas, mi todo al costado del camino, y de golpe porrazo, todo se trataba de él, él y solo él. Soretín es un tipo de mucho ego, y muy egoísta. No lo hace a propósito, así es él. Solo cuando el cinturón aprieta es que se llama a revisar sus acciones, pero hasta que eso no suceda, puede succionar la energía del otro de tal manera que lo deja marchito... Y ojo si te quejás, enseguida se siente ahogado y molesto. Un típico egoísta, bah.

Pronto, mi papel en la pareja fue el de: La novia que soporta. Soportaba sus largas horas de trabajo, sus viajes, su entorno, su egoísmo, su indiferencia, su cierre (era muy para adentro). Claro, el estaba empezando a surgir en su carrera, y tenía un futuro prometedor... Yo estuve cuando era un piojo, y lo vi convertirse en un profesional. Según su madre, gran parte de éxito, se debía a mi papel de “novia comprensiva”, de “novia que soporta”, claro, que el nunca vió eso, y siempre me dio por sentado. Hasta se dio, muchas veces el lujo de acusarme que lo “asfixiaba”... Lo tendría que haber matado la verdad. En fin... Sigo: Ahí estuve yo, mientras él hacía de las suyas, yo optaba por ser ciega, por enfermarme, por pasarla mal... Todo en pro de él, y su carrera. Eso es lo que yo llamo un alto fracaso. Tanto fue, que cuando pasaba por el espejo, no me reconocía, no me gustaba, no me hallaba. Hasta que un día, dejé de mirarme... porque simplemente no soportaba mas el dolor que me devolvía la imagen. 

Estaba flaca... Demasiado. En esa época hubiese podido desfilar si quisiera, si la altura me hubiese acompañado. Tenía el cuerpo fácil de vestir, y mis prendas se iban achicando considerablemente.... Hubiese sido ideal, lástima la cara de velorio que llevaba conmigo. Me sentía fea, insegura, como sapo de otro pozo. Aparte ya él, se ve que ya estaba con la otra, o en otra, porque lejos de elogiarme, me criticaba constantemente, lo que me llevó al punto de extinguirme, y que quede en mi un piel que me era ajena, que no era yo, ni mi células, ni mi química.

Y una que piensa que todo lo debe soportar, en nombre del amor.

Todo esto pasó, porque lo permití. Porque quería que el se sintiera cómodo, que triunfara, que fuera feliz... Claro, mal de mi parte... Porque fui tan buena, que terminé resultándole un estorbo. "Sabes cual es tu problema? Es que sos demasiado buena" Dijo. Si. Eso dijo.

Al final de nuestra relación, sentía que quería explotar TODO el tiempo... Saben la desesperación que causa esa sensación? Entonces iba siempre al choque con él: sacando temas que SABIA que iban a ser una espina clavada, temas que sabía que iban a ser incómodos y temas que sabía que iban a provocar que el “se hinchara las bolas”. Siempre digo que esa sensación de “explote”, era mi verdadero yo, queriendo salir a flote. Cuando dicen que una pareja se termina a causa de ambos... si, es cierto. Solo que una de las partes es inconsciente.

Cuando mi pareja se terminó, estuve perdida mucho tiempo. Como congelada. No sabía que hacer, ni para donde encarar. Mi salud estaba en las últimas... Demasiado flaca. No comía (no podía), vivía triste...Casi ni dormía... era un desastre. El precio que uno paga por perderse adrede. Aparte, que todos los días tenía una mala noticia viniendo de su lado, resultó insoportable hasta un punto... el punto de inflexión.  Ese punto llegó el día de los enamorados (ironía). Estaba tirada en un sillón, dando lástima, hasta que adentro sentí un clic!. Ya era hora de activar. Ya había llorado mucho, extrañaba la comida, y la verdad, es que me extrañaba mucho mucho. De ahí empecé a salir con toda: se me empezaron a dar las oportunidades que estaba buscando hacía mucho, empecé a pegar trabajos muy buenos, empecé a comer y engordar (ahora no estoy gordita... Ahora estoy llenita de amor), y el mayor de mis logros: Pasar frente a un espejo, pararme y amar lo que en el se refleja.

Nunca mas hablé mal de mi misma. No dejo mis cosas de lado por nada y por nadie. Todo el tiempo estoy haciendo cosas, al punto que mis amigas me preguntan cuando voy a tener tiempo libre de nuevo. Entonces, cuando este muchacho dijo eso, recordé todo lo que he pasado, y debo decir, que mis citas fallidas son mi materia prima a decir verdad, porque en realidad estoy en la cúspide ahora, y no me quiero bajar. Ahora todo lo hago por mí, para mí, y realmente me doy cuenta la fuerza y el potencial que tengo, lo que me hace reprocharme el tiempo gastado en otros. Pero todas son lecciones, al menos, hoy en día sé, que comportamientos nunca mas repetir. 

Eso no quita, que muchas veces me sienta mal, o que se me genere una angustia, ya que las heridas tardan en cerrar y cicatrizar. Pero al menos puedo convivir con ellas en paz ahora.

No sé que me depara el futuro... Pero si sé, que hoy me considero exitosa, y que fracasada, no es una palabra que se aplique a mi realidad. Ya que hoy en día me tengo a mí misma, y eso, mis queridas/os... No es poca cosa.

Que sigan los éxitos.

Gracias por pasar! Te espero nuevamente.