Intimidades de una cualquiera

martes, 22 de septiembre de 2015

Ey! Si, vos... Me gustas (carita sonrojada)

Decir: “Me gustas, y quiero tener algo con vos” debería ser la cosa más sencilla del mundo… Como decir buenos días, u hola, pero no. Se pasan muchos momentos vergonzosos, se te prenden fuego los cachetes más de una vez, y cortas la tensión sexual en el aire, hasta que se te desafila la tijera imaginaria, porque dar ese pequeño salto (al vacío?) da mucho “miedo”: a rebotar, a que no te tomen en serio, a que se te hagan los histéricos, y muchas cosas más… 

Entonces, empezas el juego del gato y del ratón para ver quien caza a quien, mientras se pierde tiempo valioso, que podría usarse en besarse y manosearse… por ejemplo.

Estamos en el 2015, y hoy en día, todavía no se usa, o queda bien visto, mejor dicho, que una mujer avance a un hombre. Según mis amigos, hacer eso, es como una violación a la virilidad, porque es “función” del hombre encarar, proponer, concretar.

¿Encima que te quiero ahorrar el trabajo, todavía te la tiras de gallito cocoró? Al parecer sí. Esto me remonta a post anteriores, en donde recuerdo que cada vez, que yo cometía el “error” de decir lo que quería, como y cuando, me dejaban hablando sola, huyendo despavoridos, acusándome de ser intensa… Y pienso: Tengo poco tiempo en mi día, en mi vida, tengo definido muy bien lo que quiero para mí, ¿por qué está mal comunicarlo? ¿Por qué se considera mal no querer perder el tiempo, e ir al grano? Claro que no sé si quiero noviar, casarme o irme a vivir a la luna… Ni siquiera sé que quiero comer esta noche, pero lo que sí sé es que si me gustas, me gustaría poder decirlo sin miedo a ser malinterpretada o peor, que te acusen de desesperada.
“Desesperada” ¿qué palabra fea no? Cuanto prejuicio instaurado al pepe. Pudiendo sacarme la duda, tengo que estar con ella, porque por más que me haga la liberal, o que sea valiente, en este caso, no me animo… Por qué? Porque me gusta este chico en serio.

No… No sé qué onda el conmigo. Me gustaría saberlo. Pero como viene la mano, tal vez nunca me entere, o el “guste” se termine licuando por cobardía o prejuicio.  O tal vez, no lo sé, porque no le gusto y es por eso que no me dice nada. Aunque intuyo algo. Pero no sé.

Que quilombo que se arma con todo este mute obligado. Dos palabras tan tontas,  y al mismo tiempo tan complicadas: “Me gustás”

Por ahora, me voy a quedar con la duda, al parecer, porque no creo que me anime. Pero todo esto es para reconocer lo siguiente: Después de tonelada de tiempo, hay alguien que me gusta… Y me encantaría caer en sus brazos. Por favor, cambiemos estas reglas tontas, el pensamiento retrógrado, porque me estaría perjudicando en demasía, matando mi lado cursi, y atando mi lado más salvaje.

Por un mundo amoroso sin prejuicios y con mas franqueza.


Y para terminar de explotar de manera cursi, les dejo este hitazo:







4 comentarios:

  1. No es difícil si entrás por el lado del humor...Los hombres son tontos y no descubren el truco...hasta que cayeron en el lazo. Por otra parte, te vas a dar cuenta si no hay eco y no quedás mal parada. ¡Todo fue un chiste! A mí me dio muy buenos resultados...siempre. ¡Suerte!

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  2. Coki es la primera vez que te escribo, creo que el "empuje" para hacerlo fue porque nunca antes leí algo que me identificara tanto. Hace un año pasé al desconocido mundo de la soltería después de casi una década en pareja. Volver a las pistas no fue, no es ni será fácil. Siempre fui directa pero ahora esa virtud está potenciada. Hace unos meses comencé a verme con alguien; el histérico whatsappero era lindo, el típico " macho alfa" del me la sé todas, del cancherito pero todo detrás del celular. Cuando nos volvimos a ver y dije que era lo que quería, en este caso "la nada misma pero con derecho a roce". El pibe me tildó de " muy directa ", que causaba "inhibirlo" y un par de giladas más. Un tiempo desapareció, y él que se va sin que lo echen..vuelve sin que lo llamen. Lo invito yo al cine, lo cuál no le veo lo malo, me contesta "soy yo él que debería hacerlo" pero nunca lo hizo. En fin...parece que el hecho de saber lo que querés y poder transmitirlo al género masculino, crea inseguridades de todo tipo en su psiquis. Apoyo que todo debería ser más simple sin perder un tiempo que es valioso, pero la sociedad te impone sus cánones y premisas "Dejad que el macho tome la iniciativa". No sé como seguirá todo, pero te deseo miles de éxitos Coki!!

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    1. Ayyyy, estamos iguales! La diferencia está en que yo no lo invité ni a jugar a las canicas... Lo veo poco y nada, pero cuando digo que no me animo, es porque me genera cosa, que si me tiro a ese vacío, después se ponga raro o similar. No es fácil. Aparte, muy pocos, han podido entender mi manera de ser, y SIEMPRE me acusan de ser, como a vos, demasiado directa... Tan solo se que quiero, y en este caso, sería él. Situaciones complicadas y tampoco tanto. Pero este tipo de cosas tienen mas vueltas que caracol borracho, y la verdad es... que solo sé, que no se nada.

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  3. ¡Me gustás Cocki!, te invito algo alcohólico :) :)

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Gracias por pasar! Te espero nuevamente.