Intimidades de una cualquiera

lunes, 6 de abril de 2015

El Acomode

Cuando se está en pareja, una persona mete nuevas rutinas, tradiciones, de alguna manera copia gestos, palabras de la persona que tiene a su lado, y por sobre todas las cosas, te relajas. 

Si, te relajas, porque ya la cosa está encaminada, porque no tenés que andar yirando en busca del indicado, porque de última, el único boludo que te vas a cruzar lo tenés al lado, pero lo vas a perdonar, porque lo amas, entonces, el problema que le resulta a tu existencia es casi nulo.

La rutina que estableces estando en pareja, podemos reconocer que te aplasta un poco, pero está todo tan aceitado, que simplemente vos seguís girando… ¿Por qué? Porque estas tranquila. Porque encontraste a tu amor, porque hay proyectos, porque ya llegaste, porque nada, absolutamente nada malo puede pasar ahora.

Bueno, no pimpollo de alelí, te equivocaste. En todo este idílico paraíso hay una serpiente que puede echar toda tu tranquilidad al demonio, y se llama RUPTURA; es mala, sádica, y se lleva todo puesto. Sobre todo a vos. Te deja pompis para el norte.

Cuando terminás una relación de años (meses no cuentan, el rebound en una pareja de meses,  es casi nulo), no solo terminás con tu pareja. El duelo lo haces por tu pareja, por tu rutina, por los planes en común, por los amigos en común, por los bienes que adquirieron estando juntos, por la familia de la cual vos te hiciste parte, y el se hizo parte de la tuya, por el lado de la cama que ahora está vacío, así como esa parte del placard, y así innumerables cosas. Tu tranquilidad se transforma en lío, tristeza y ganas de tirarte al precipicio al estilo Thelma y Loise, porque en toda separación, mas allá de todo esto que nombré, hay un monstruo mas temible, mas terrorífico, mas peligroso: Volver al mundo de los solteros, mas específicamente al mundo de las citas.

Me hice la boluda el mayor tiempo que pude con respecto a este tema. Organizada como soy, decidí darle a mi duelo, una serie de etapas, que me mantuvieran lejos del monstruo un tiempo considerable:

1 Etapa: Llanto. Llanto, y mas llanto. Dolor, desesperación… El famoso ¿Qué va a ser de mííííííiííí´??!!!! Esta etapa me habrá durado mas o menos 2 semanas. Extrañarlo, andar con el corazón en la mano y con carita de perro mojado. Si un día sentía que no le estaba metiendo el drama necesario, me miraba una película tipo Marley, y arrancaba de nuevo la perorata. Lo importante, en esta etapa es meterle dramatismo, desahogar todo lo que llevas adentro. Acá, empieza la cuesta arriba, porque no te olvides, que te quedaste queriendo, por ende, tenés derecho a ser dramática/o el tiempo que consideres necesario para limpiar las heridas de la ruptura. 

Aceptar que mi relación se había terminado y con ella le agitaba el pañuelo blanco a amistades que teníamos en común (en mi opinión, me quedé con lo mejorcito del grupo, así que acá no me quejo). De las cosas adquiridas en conjunto, me quedé con todo… A modo de indemnización por haberme metido los cuernos… Me pareció justo. En el lado vacío de la cama, le enseñé a mi perro a usurpar todo el lugar así que eso fue solucionado casi de toque, pero lo único que me dolió mucho, fue despedirme de su familia, porque al contrario de todo el mundo, tenía una relación tan hermosa con la madre de él, que juro que le hubiese pedido casamiento, o mejor, le hubiese pedido que lo deje a él, maldito canalla, y se venga a mi bando, porque claramente, yo la quería mas.

No pasó. Que macana. Todavía la extraño. ¡Zatrapa, que te quedaste con tu mamá!

2 Etapa: Odio absoluto hacia la persona de mi ex. Ah si, si, tirar fotos en común a la basura, donar toda la ropa y cuan porquería que me haya regalado, menos las botas. Las botas no se regalan. Son demasiado lindas, ¿ Aparte vieron lo caras que están las botas hoy en día? Estaré herida, pero boluda no soy. No, las botas se quedan. El resto se va. Redecoré toda mi casa. Arredo se quedó con parte de mis órganos internos, pero que linda que quedó mi casa hoy en día. La cambié tanto, que dejó de ser un lugar donde éramos dos, para ser solo, y puramente, mío. Valió la pena el endeudamiento. Borré todas las fotos de cuanta red social haya usado. Un lustro de noviazgo te deja mas fotos que la lista de los mas buscados de la INTERPOL. En ese borrado, se fueron varias lágrimas y muchas puteadas. Pero terminé mi misión exitosamente. En un par de días, borré a mi ex completamente de mi vida externa, acá no pasó nada… Mas que el huracán sandy por mi interior, pero eso no se ve, así que bueno, lo vamos manejando.

3 Etapa: Recuperar el tiempo perdido. Esto significa: Volver al cuerpo que teníamos de soltera. Me puse a punto caramelo, me corté el cabello ( si, típica, pero a las mujeres nos funciona. Si el método funciona, se aplica, y no se discute), agité a todas mis amistades, y me dispuse a salir y festejar como si no existiese mañana. Boliches, bares, mojitos, fernet, campari, amigas, amigos, quintas, ir, venir, aprender cosas que antes no me animaba, dedicarme a lo que me gusta, a ponerme las pilas con proyectos que tenía abandonados, hacer cosas que tenía pendientes, como por ejemplo, irme de vacaciones al Caribe (donde la pase BOMBAAAAAAAAA!!!!!), en una palabra, me dispuse a vivir. Eso me dijo mi viejo y fue la mas pura verdad: “Que bueno hija, que estes viviendo por fin”. Entre otras cosas, también escuché las siguientes frases de gente que me conocía: “ Hacía mucho tiempo que no te veía tan linda” “Que bien se te ve! La soltería te sienta bien” “Que suerte que te separaste de ese boludo” “Hola, linda, salimos?” “Sos demasiado mujer, para ese intento de hombre” y así… Mi entorno, al parecer, sabía que el tipo no era para mí, pero cabeza dura como soy, me tuve que romper los dientes contra al asfalto para darme cuenta yo también.

La etapa 3 básicamente es esto: Vivir, recuperarse una, recuperar terreno, empezar a ser feliz a pesar de lo que se viene pasando… Es empezar a salir del pozo en medio de muchisimas cosas buenas. Una de las mejores etapas, considero, para transitar.

4 Etapa: La aceptación. La relación se terminó, no hay vuelta atrás, y fue lo mejor que podía haber pasado. Ya está, ya fue, a otra cosa mariposa. Encima, estas tan arriba, que la aceptación es algo que ni siquiera la trabajas porque se va asentando sola. El odio empieza a desaparecer, de vez en cuando te agarra la melancolía por la relación (no por él, no confundan… lo que se extraña es estar con alguien. Confundir es lo mismo que volver a caer en la trampa. Tengan bien en claro esto). En esta etapa el mundo es tuyo, ya sabes que querés, que no. Estas en la mejor edad, y de acá en adelante lo único que vas hacer es tomar el mundo por asalto y conquistarlo.

5 Etapa: Las citas. Bueno, toda historia tiene que tener su parte complicada. Esta es la que le toca a esta historia, porque venis de comerte el caramelo media hora mas grande del universo, y vas a tener que pasar por varios intentos de humanos hasta llegar a aquél que te robe el corazón.  

Voy a ir mechando mis citas con mis diferentes experiencias de vida ahora que estoy soltera, porque tenemos material para tirar para arriba. Así que ajústense los cinturones, agarrense las enaguas que arranca un viaje por una ruta con varios baches….

Pero que lindo que la vamos a pasar. Je.

Cocki Sarli.

2 comentarios:

  1. Te amoooo Cocki!!!! Espero más entradas!

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  2. ¡Gracias por el apoyo! <3

    Tenemos manteca para tirar al techo en material. Esto recién empieza ;)

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Gracias por pasar! Te espero nuevamente.