Intimidades de una cualquiera

miércoles, 15 de abril de 2015

Renacer

A veces te caes. Claro que sí. Después de estar mucho tiempo dentro de una relación, es normal, que al terminar te sientas un poco perdido/a, o sientas, la mayor parte del tiempo, que algo está faltando. 
Puede darte bronca, te causa dolor, hay gente que se desespera, o estas triste, muy triste. Pero todo es pasajero. No voy a caer en las frases trilladas (aunque son verdad, maldita sea) como por ejemplo: “Que el tiempo lo cura todo”, “Que es lo mejor” etc. Porque en el punto del acomode, en el camino de volver aprender a estar solo de nuevo, lo único que la persona quiere (queremos), es que todo pase rápido. Levantarse sin sentir dolor, sin extrañar, sin sentir el vacío. Y sí, el tiempo cura todas las heridas, pero muchas veces el tiempo, se toma su tiempo, es ahí donde nos desesperamos y nos da ganas de romper todo.

Hace tiempo que me separé, y como ya conté, me engañaron. Demás está decirles, que mas allá del dolor de perder a mi pareja de años, a mi compañero, y todo lo que significa una separación (hablé de esto en el primer post), no solo sentí dolor. Por mala suerte, también me sentí humillada, ya que se hizo conocido mas rápido que chisme de conventillo porque mi ex y su amante carecen de lo que se conoce como, discreción, ese día faltaron a clase. Ven? No falten al colegio, después pasan estas cosas. Y porque de alguna manera, siempre supe que esto sucedía. Consejo de abuela: Si la intuición grita, háganle caso, no es un alerta al pepe. La intuición es lo mas confiable que tienen... Úsenla. 

El, decidió tapar su culpa, culpándome, tratándome de celosa, dando vuelta las cosas, a fin de que yo me sienta mal, por el error que él estaba cometiendo.  Porque realmente, no tuvo ningún reparo en herirme e irse por donde muere el sol cuando cae la tarde, dejándome con un puzzle entre manos de lo que antes solía ser yo misma. No me quiso bien, y eso se notó en como se dio el durante y desenlace de nuestra relación.

Ojo, yo permití que esto sucediera, de alguna manera retorcida (el famoso Mea Culpa). Si lo sospechaba, pude emprender la retirada a tiempo, pero tomé una decisión, que fue quedarme. Si me quedé, el resultado lo tengo que enfrentar, me tengo que hacer cargo. Sacar pecho paloma, ponerle garra, y aceptar, que mi sentir, fue una elección mía, así como su actuar, fue una elección de él.

De esto se trata todo esto: Elecciones. Elegís llorar, patalear, renegar, odiar, negar, aceptar, perdonar, levantarte, hacer, volver a salir, conocer a alguien, permitirte enamorarte, volver a confiar, ser feliz. Todo son elecciones. TUS elecciones. Entonces, si bien el duelo tiene sus etapas, la ruptura tiene una especie de camino a ser transitado, como lo vas a vivir y experimentar es TU decisión. Siempre hay dos veredas donde una/o puede pararse: podés ser la/o víctima o el/la Héroe/heroína de tu historia.

Otra cosa que entendí, o mejor dicho, que sigo entendiendo en este tiempo: Se terminó, porque ambos decidimos tomar caminos diferentes... Primero lo decidimos en silencio, luego lo demostramos con actos y palabras, para terminar bifurcando nuestros caminos de una buena vez, y para siempre. Porque ya no nos veíamos con ojos de amor, porque ya no estábamos enamorados, ni en la misma sintonía. 

Se terminó, porque era necesario que se termine. Porque nuestro ciclo se había cumplido, porque era hora de seguir adelante. ¿Duele? Como los mil demonios. Pero esa es la verdad. Porque, si quedase algo por salvar, tanto en mi ex relación, como en la que tuviste vos, que estás leyendo esto, ambos se hubiesen puesto las pilas para hacerlo. No se puede remar contra la corriente, y tampoco podés sostener una relación de manera unilateral. Cuando uno baja los brazos, la muerte de la pareja solo es cuestión de tiempo.

Yo me dejé de sentir identificada con él, feliz, para serles sincera, muchísimo antes de que se termine nuestra relación. Mi humor ya no era el de siempre, yo no era la de siempre. Vivía nerviosa, era mas lo que sufría que lo que sonreía. No era feliz. Muchas veces, me encontré a mi misma, mirándolo con bronca, con resentimiento. Ahora, vos te preguntarás, ¿por qué me quedé? Pensé que lo amaba, que mi amor iba a ser suficiente, que yo era una especie de Dios que todo lo iba a poder e iba a poder mantener la relación a flote. No tuve en cuenta algo: Su voluntad. El ya había decidido irse con otra. Dejar nuestra relación de lado. ¿Saben qué? Al terminar él, ayudó a ambos. Fui demasiado cobarde para tomar la decisión, y pagué un precio muy alto por eso. Ignorar mi intuición, la cual me gritaba: CORRE FORREST, CORRE! Me llevó a ser un desastre total: No fui fiel conmigo misma, y eso hace estragos en la personalidad y en la autoestima. Como dice la Gran Chiqui: "Como te ven te tratan, y si te ven mal, te maltratan".

Pero no todo es oscuridad en este asunto. Cuando pasé la peor parte, me di cuenta de todas las cosas que tenía por hacer. Que no necesitaba de él. Que sola podía, y que encima sola, era genial. Que él me opacaba, no podía ser yo a su lado, él no me brindaba el espacio para serlo. No era de su interés dármelo. Mi personalidad, si no brilla, se ahoga. Por mas que se ame mucho a quienes tenemos al lado, a veces, simplemente, tenemos que aceptar que esa persona no nos favorece en lo mas mínimo. Que nos hace mejor estando lejos, que cerca. Que esa relación mas que una alegría, puede terminar siendo arenas movedizas, y nosotras su presa.

Hoy volví a todo aquello que tenía ganas de hacer y soy feliz casi todo el tiempo (un mal día lo tiene cualquiera) Volví a sonreír de verdad, y a ser yo, pero en una versión mejoradisima. Pero, la verdad, también es, que por mas que toda esta teoría sea asimilada, hay días en que te vas a sentir como el reverendo upite. Que vas a extrañar, que vas a sentir la soledad. Que te vas a preguntar por el otro, con la impotencia de saber que no podes siquiera acercarte, porque te vas a lastimar. Porque estas en proceso de dejar ir por completo, para que deje de ser una presencia ausente y se transforme en lo que tiene que ser, puramente un recuerdo. Esto es lo que nos pasa a quienes nos quedamos queriendo,  o quienes se alejan queriendo. Procesar el adiós, lleva un poco mas. Algunos deciden usar la técnica de un clavo saca a otro clavo, otros prefiere pulular sin atarse a nadie,  dejando que los sentimientos se acomoden solos. Cualquiera sea el método elegido todo es respetable. Lo que no sirve, es dejar que esa tristeza momentánea te congele. Ya no hay nada que puedas hacer. Mejor dicho, con respecto a tu ex relación, no hay nada que DEBAS hacer. Tan solo, déjala ir. No mires, no llames, no contactes. Transformate en fantasma y mudate de plano. Con él/ella, ya no tenés nada que ver. Se terminó. Se terminó porque DEBÍA terminarse. Los motivos, en realidad, son excusas para que pueda cumplirse el destino escrito… Que es: ambos transitando caminos diferentes.

Por el momento hay que concentrarse solo en lo siguiente: Vivir, hacer y ser feliz, en este nuevo camino que te tocó transitar, permitiéndote de vez en cuando sentirte mal. ¿Sabes qué? Hasta los mas grandes héroes, en algún momento de su historia, sintieron que no iban a poder, y sin embargo, siempre salieron adelante, y eso es lo que los hizo héroes, lo que los hizo legendarios.. seguir adelante a pesar de las heridas es un acto que proclama mucha fortaleza.

Sé Legendaria/o. Porque tu misión en esta vida, es mucho mas importante que tus traspiés, que tus errores. Grandeza, es mi elección para esta vida. Y sinceramente espero, que sea la elección para la tuya.

La caja de chocolates está a la vuelta de la esquina. Paciencia.
Cocki Sarli.

2 comentarios:

  1. Yo también elijo lo mismo para mí. Vamo Cockiiii

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  2. No puedo parar de leerlo, es muy bueno. Me gustó mucho esa parte de las elecciones, porque es muy tentador ponerse en víctima.

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Gracias por pasar! Te espero nuevamente.